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DE REOJO

Espetos


Unas sardinas frescas atravesadas por una caña y una hoguera para asarlas y tienes uno de los platos más genuinos de la cultura mediterránea. Se llaman espetos, es un reclamo turístico, especialmente en Málaga, y llevo un tiempo muy largo viendo a estos chiringuitos ilustrando todos los reportajes sobre el turismo, tanto para abrir temporada, como para contarnos los resultados de la campaña, en la que se nos dice que ha habido menos visitantes, pero que se han gastado más dinero. Las estadísticas, los datos, nos alimentan las filias y las fobias. Y me parece que está todo estudiado para meternos en esas montañas rusas de las emociones sobre el turismo y sus consecuencias en la vida normal. Para manipular de alguna manera nuestras ideas sobre lo que significa convertir ciudades maravillosas en parques temáticos donde cada vez es más difícil vivir. No insisto.

Salteando por varias televisiones, incluida TV3, los acontecimientos del 1-O en toda Catalunya a lo largo del día y en Barcelona por la tarde-noche, llego a la conclusión de que existen actos, manifestaciones, cargas policiales y, sobre todo, salidas del Parlament de los chicos y chicas de Zape Rivera, que se hacen de manera exclusiva para ser televisados. Una fea costumbre de estos «trumposos» habituales para hacerse los mártires.  Un detalle obvio, en TV3, según sus locutoras y presentadores no estábamos viendo cargas realizadas por los Mossos, sus furgonetas, porras y escopetas, sino que era la policía, así en abstracto. Los Mossos, por otro lado, andaban mosqueados con su cadena de mando, pero eso solamente se sabía en otras emisoras. Y las imágenes que pudimos ir seleccionando de un zapeo casi biónico nos lleva a un estado de nostalgia. Dicho de otro modo, uno se siente asistiendo a una ceremonia del espeto político y mediático.