GARA Euskal Herriko egunkaria
JO PUNTUA

Medir la fuerza


Podemos es el partido que más ha cambiado en los últimos tres años, desde las fallidas elecciones generales de 2015. A aquellos comicios acudió como una fuerza que podía mover el escenario español hacia la izquierda como nunca antes. Reclamaban nada menos que un proceso constituyente, cuestionaban el sistema de deuda europeo e impugnaban el diseño territorial del 78. Era creíble porque entonces no era descabellado que la formación de Iglesias se convirtiese en la principal de la izquierda y, quizás, ganara las elecciones.

Podemos acaba de cerrar un acuerdo de presupuestos con el PSOE que solo puede ser calificado de socialdemócrata, amén de voluntarioso. Es un buen acuerdo. Un partido con esa proyección de voto y que ha dejado de ser una amenaza para el PSOE no puede sacar un documento mucho mejor. La realidad es el material más duro de la política, y Podemos demuestra saber medir bien sus opciones cuando se repliega así.

La razón por la que Podemos ha descrito un arco tan pronunciado es el cambio de expectativas de sus bases. ¿Mentían sus dirigentes cuando hablaban de proceso constituyente? No, solo respondían a una pulsión inicial, a un terremoto social en bruto, que debía afinarse a golpe de realidad. En una tesitura similar se encuentran los independentistas catalanes. En Catalunya se habla ultimamente de «engaño» al movimiento social independentista. Se pide que hagan autocrítica, como se le pide al derrotado que prometa que los principios que defendió eran falsos. A veces lo hacen. Medir bien las opciones, habíamos quedado, es una virtud.

Pero, como en el caso de Podemos, no es que los independentistas mintiesen. Cabalgaron una ola política que no acababan de entender, y ahora observan las consecuencias. En la resaca, huyen de todo lo que huela a alcohol. Pero el conocimiento no es la reacción sino la medida. Si los independentistas no leen bien sus posibilidades, sin sobrevalorarlas pero, sobre todo, sin menospreciarse, pueden caer definitivamente en la impostura de la que se les acusa. En eso, Podemos es toda una lección. Medir la fuerza.