2018 URR. 13 CICLismo Valverde quiere cerrar su temporada con una victoria en el Giro de Lombardía El campeón del mundo parte como favorito junto a Pinot, Bardet, Woods y Nibali en una dura prueba en la que participarán los hermanos Izagirre y Mikel Nieve. Joseba ITURRIA Alejandro Valverde parte hoy como la principal atracción del Giro de Lombardía, en el que estrenará una bicicleta y una equipación en la que todos los elementos tendrán los colores del maillot arcoiris que logró hace dos semanas en Innsbruck. Tendrá como rivales a los dos corredores que le acompañaron en el podio, Romain Bardet y Michael Woods, y a Vincenzo Nibali, que falló en el Mundial, pero defiende su victoria de 2017 en la última gran clásica del año. La participación es de auténtico lujo porque junto a ellos tomarán la salida corredores que han destacado en las últimas carreras o que tienen un gran nivel como Thibaut Pinot, David Gaudu, Bauke Mollema, Rigoberto Urán, Jakob Fuglsang, Rafal Majka, Tim Wellens, Tiesj Benoot, Thomas De Gendt, Adam Yates, Bob Jungels, Enric Mas, Warren Barguil, Ilnur Zakarin, Primoz Roglic, George Bennett, Egan Bernal, David de la Cruz, Gianni Moscon, Wilko Kelderman, Sam Oomen, Dan Martin, Fabio Aru y Rui Costa. También destacan los tres vascos. Los hermanos Izagirre se despiden del Bahrain como los corredores del World Tour con más días de competición de esta temporada y Mikel Nieve demostró en el Mundial con su decimotercer puesto que siempre llega bien a los grandes objetivos que le marca el equipo. Una prueba para escaladores El leitzarra puede destacar en una de las clásicas más propicias para los escaladores. Basta con ver un palmarés en el que en las últimas seis ediciones aparecen Nibali y Joaquim Rodríguez en dos ocasiones, Johan Esteban Chaves y Dan Martin. La última clásica del World Tour presenta 241 kilómetros entre Bérgamo y Como y la mayor dureza está concentrada en los últimos setenta. La primera criba llega en la Madonna del Ghisallo, que se corona en el 180 con cuatro duros kilómetros iniciales al 9% y dos finales al 9,5%. Su descenso empalma con la subida de la Colma di Sormano (5 kms. al 6,6%) y con la pared del Muro di Sormano, 1.920 metros al 15,8% de desnivel, con rampas máximas del 27% que se corona a 48 kilómetros de meta. En la parte final quedarán el Civiglio, que se corona a trece de la llegada tras 4 kms. al 9,7%, y el Monte Olimpino a 3,2 de meta con 1.700 metros al 6%. A pesar de que no se sube otro puerto tradicional como San Fermo della Battaglia por el riesgo de desprendimientos, la prueba presenta 4.000 metros de desnivel que, unidos a los 240 kilómetros de recorrido, harán estragos en un pelotón que afronta su último esfuerzo de la temporada. EL RECORRIDO Presenta 4.000 metros de desnivel acumulado y está llamada a decidirse en las últimas subidas a Ghisallo, Sormano y Civiglio. No se subirá San Fermo della Battaglia, suprimida por riesgos de desprendimientos.