La fábrica del olvido

El muerto goza aún de salud. El fantasma del franquismo se enseñorea periódicamente como no podría hacerlo ningún otro régimen totalitario en Europa. Lo alarmante es que el fenómeno pertenece a la lógica misma del fascismo: extender el miedo para imponer el silencio, que lleva al olvido. Y este, a la ignorancia que protege sus crímenes.

El nuevo episodio es el próximo juicio a los documentalistas Clemente Bernad y Carolina Martínez por intentar realizar una grabación de las ceremonias mensuales en honor a los golpistas en la cripta del "Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada".

Y el muerto goza de salud pues es la franquista Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz la que acusa «por revelación de secretos», y son los cineastas quienes se sentarán como acusados por querer documentar sus lúgubres actividades. El mundo al revés. Bernad y Martínez, reconocidos agentes culturales de Iruñea, son los autores del documental "A sus muertos", una reflexión sobria y lúcida desde el arte sobre la inserción del monumento en la sociedad y su proyección como exaltación de la violencia golpista. Una película recomendable para constatar también la capacidad de ese repulsivo edificio –público– como fábrica de silencio y olvido. Véanlo.

Sentar hoy en el banquillo de acusados a intelectuales que intentan desvelar para la sociedad las tripas de algo que debería estar fuera de la ley no es solo un ataque a la libertad de investigación y de expresión; es una prueba más de que la lógica golpista todavía goza de salud: amedrentar para silenciar y olvidar. E ignorar. Y eso también afecta a las instituciones públicas.