2018 AZA. 26 GUTUNAK ¿Estamos seguros con el polígono de tiro de Bardenas? DANIEL JIMÉNEZ GIL E IñIGO JIMÉNEZ LÁZARO Erriberako gazteak En los últimos años la legitimidad del polígono de tiro se está desmontando sola. Es inaceptable que no protejamos nuestro paisaje natural más cercano por recibir unos míseros billetes, pero ese debate ético choca con nuestra propia seguridad. Son más de 70 accidentes producidos en 67 años de historia del polígono de tiro. Contabilizados desde 1968 son 32 accidentes aéreos que han producido la muerte a 21 militares. Cabe recordar también la muerte en el término de Arguedas de Miguel Murillo Cabestre, pastor de Tauste, por la explosión de una bomba, referida en una fuente antimilitarista, y la muerte de un pastor de Arguedas que se produjo al estrellarse un Phantom. El más reciente se produjo en 2015 en la que fue herida una persona civil que circulaba fuera del recinto de seguridad del polígono. El riesgo para los civiles se constata en el hecho de que los aviones sobrevuelan 50 kilómetros cuadrados de zonas habitadas. La historia del polígono está ligado a la más dura época del franquismo. El acuerdo fue suscrito en 1951 entre un atípico ente que gestiona el singular territorio, el Gobierno español y la junta de Las Bardenas. La fecha determinó que intereses superiores impidiesen tener en cuenta la voluntad popular. Nunca los denominados pueblos congozantes pudimos votar si queríamos este polígono de tiro. Durante varios años, fue utilizado por el Ejército norteamericano, hasta que en el año 1991, el Estado español empieza a formar parte de la estructura militar de la OTAN y aumenta la actividad armada en territorio bardenero. Se trata del único polígono de tiro propiedad del Ejército del aire y es también utilizado por la OTAN. Podríamos incluso relacionar los días de gran actividad y prácticas militares en vísperas de bombardeos con la munición probada aquí y utilizada en Siria. Quizás debamos reflexionar sobre si merecen la pena los billetes mencionados a cambio de prescindir de nuestra seguridad. Más en unos tiempos donde las prácticas militares se producen cada vez con más frecuencia, impidiendo a los trabajadores agrícolas, ganaderos y toda la población colindante utilizar y disfrutar de un territorio bardenero que debería pertenecernos. La treintena de accidentes ocurridos y su gravedad (aviones estrellados, bombas perdidas y explosiones fuera del área de entrenamiento) da muestra de la tremenda peligrosidad del polígono de tiro. Y eso que muchos siniestros no se conocen a causa del secretismo militar y de informes perdidos del franquismo.