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Bobadas alpinas

Tempus fugit


Según avanza el tiempo las actividades humanas, sobre todo las de ocio y/o deportivas, por no hablar directamente de las de montaña, parece que tienden a los extremos. Si los prodigios en escalada deportiva cada vez son más precoces y prepúberes, ahora el estadounidense Connor Herson, 15 años, realiza la sexta escalada en libre de los míticos mil metros de La Nose, en la pared del Capitán, en el californiano valle de Yosemite, vía que ya había escalado en un solo día con 13 años. Eso sí, su padre, uno de los escaladores “pros” del valle, habrá tenido algo que ver en el asunto. ¿Esto es acaso más extremo que el jubilado Bill Weber escalando la Devil’s Tower con 91 años? O quizás resulte serlo más el caso de Luke Sánchez, que con 15 años termina este octubre los 166 Km. del ultratrail Javelina Jundred en Arizona, suscitando un acalorado debate en la clase médica sobre lo idóneo de un esfuerzo tan severo para un organismo aún sin formar. Por supuesto entró a la meta arropado por su madre también corredora. El caso es que eso va a pasar cada vez más, cada vez más jóvenes, cada vez más difícil o más largo y poco hay que hacer, ya que el tiempo corre fatal hacia atrás, a pesar de que el resultado electoral en Andalucía se interprete como un intento de retroceder unas cuantas décadas. Leído por ahí: Si cuentas la película Titanic hacia atrás, la cosa va de un grupo de zombis que salen del mar, toman un barco y se van a Inglaterra a jugar al poker.