2018 ABEN. 15 JO PUNTUA ¿Régimen? El régimen eres tú, Dulanz Floren Aoiz @elomendia Para quien no lo sepa, Dulanz es la máscara de la cobardía en “Diario de Navarra”, el pseudónimo desde el que despellejan adversarios políticos mencionando su nombre y apellido pero ocultando siempre quién firma. Vieja costumbre en “Diario de Navarra” esta de señalar con el dedo, heredada de los tiempos en los que lo dirigía uno de los organizadores del golpe de Estado fascista de julio de 1936. El periódico que festejó aquella vil matanza a bombo y platillo cree, décadas después, que Navarra sigue siendo su cortijo, pero afortunadamente el cambio ha empezado a poner en su sitio a esta casta nefasta que tanto tiempo lleva arruinando nuestro pueblo y sometiéndolo a sus exclusiones, abusos e injusticias. Esta vez Dulanz clama contra la nueva denominación (Catalina de Foix) de la antigua Avenida del Ejército. Viejo amor este del Diario hacia el Ejército español, cuyos desmanes coloniales y aficiones golpistas siempre celebró. Como hacía con los cumpleaños de Hitler, por cierto. Ese “Diario de Navarra” que reclamaba una dictadura y aplaudió las de Primo de Rivera y Franco pero ahora nos da lecciones de democracia. Es obvio que el cambio de nombre ha escocido al régimen. También hay quien duda sobre la conveniencia de la nueva denominación porque fue una reina. Es cierto, Navarra no era una República en el siglo XVI, pero para mí Catalina de Foix simboliza la estatalidad, como memoria de la que nos fue arrebatada y sobre todo como horizonte. Y el hecho de que sea una mujer redobla su fuerza. No se cambia el nombre de calles por falta de proyecto. Se hace precisamente desde un proyecto potente y –a diferencia del que sostiene el “Diario de Navarra”–, democrático: desmontar este régimen de una vez y cortar el infame lazo con el golpe de julio de 1936. Para disgusto de Dulanz, cada vez hay más gente que desea que Navarra pueda tener no una reina, sino una presidenta de la República. Viejo amor este del Diario hacia el Ejército español, cuyos desmanes coloniales y aficiones golpistas siempre celebró. Como hacía con los cumpleaños de Hitler