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EDITORIALA

Europa se la juega en los Balcanes


El conflicto entre Kosovo y Serbia continúa abierto, no solo en el ámbito del reconocimiento internacional de Kosovo –bloqueado, entre otros, por el Estado español–, sino también en la vida real sobre el terreno. Agravios mutuos, políticas de asimilación y todo tipo de arbitrariedades e impedimentos administrativos condicionan la vida cotidiana de la gente, especialmente la de las minorías, tal y como muestra la serie de reportajes que ha publicado GARA y que termina hoy.

La necesidad de reconocimiento internacional de Kosovo, por un lado, y el interés de Serbia por formar parte de la Unión Europea, por otro, han impulsado las negociaciones entre ambos gobiernos. A pesar del pragmatismo que caracteriza a los kosovares y la implicación de Bruselas, un acuerdo político parece todavía lejano. Destaca la desconfianza de la población, tanto serbia como albanesa, hacia sus respectivos representantes políticos y los pactos que puedan cerrar. Desconfianza que es consecuencia de una democracia débil y unos partidos políticos poco representativos, lo que sin duda dificulta los acuerdos. Las débiles estructuras estatales también han sido una freno a la implementación de los firmados hasta ahora. No obstante, todo el mundo reconoce implícitamente que los principales valedores de cada bando –Estados Unidos en Kosovo, Rusia en Serbia– serán los que en última instancia inclinen la balanza hacia uno u otro lado.

Quizás lo más significativo sea el intercambio de territorios que parece contener la propuesta de solución. Con ella se rompería una línea roja vigente desde el fin de la II Guerra Mundial de no alterar las fronteras establecidas. Puede que sea la solución, pero también puede sentar un precedente para nuevas reclamaciones territoriales en toda Europa, especialmente peligroso en un momento en el que las instituciones multilaterales se desvanecen por la prevalencia dada en todas partes a los intereses nacionales. El derecho a decidir puede terminar fagocitado por una multitud de conflictos territoriales de carácter imperialista.