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Kevin Spacey, en libertad bajo fianza por un caso de abuso

El actor Kevin Spacey se enfrentó ayer judicialmente al primero de los múltiples casos que le relacionan con abusos sexuales. En la vista celebrada ayer en Nantucket quedó en libertad bajo fianza. El proceso ha quedado aplazado hasta el próximo 4 de marzo.


Kevin Spacey se presentó ayer ante un tribunal de Massachusetts para enfrentarse a una acusación de abusó sexual a un joven de 18 años en un bar en Nantucket hace más de dos años.

El actor, que expresó inicialmente que no acudiría a la corte del distrito de Nantucket ya que «su presencia amplificará la publicidad negativa que ya se ha generado en conexión con este caso», acudió acompañado de sus abogados y reiteró su inocencia.

La acusación de Nantucket se conoció por vez primera en noviembre de 2017, por medio de la experiodista Heather Unruh, la cual reveló que Spacey manoseó a su hijo adolescente el 7 de julio de 2016 en el restaurante Club Car, donde trabajaba como camarero. Los abogados de Kevin Spacey mantuvieron hasta el último momento la esperanza de poder evitar dicha acusación.

En una audiencia celebrada el mes pasado, el equipo de abogados del oscarizado actor de “American Beauty” afirmó que el adolescente no denunció el incidente cuando se produjo, que mintió a Spacey al decirle que tenía 23 años y que además había estado bebiendo mucho esa noche. El magistrado rechazó dichos argumentos.

Durante los apenas diez minutos que duró la vista, el acusado se mantuvo en silencio en todo momento. Mientras tanto, los abogados centraron sus discusiones en tornoa a una sola prueba, un vídeo de apenas un segundo de duración relacionado con el caso y grabó con su teléfono móvil la víctima, William Little.

Tras todo ello, el proceso ha quedado aplazado hasta el próximo 4 de marzo y Spacey ha quedado en libertad bajo fianza y con la obligación de «permanecer alejado de la víctima y de su familia».

Cabe recordar que si el tribunal le declara finalmente culpable, Spacey se enfrenta a una condena que podría ascender a cinco años de prisión.