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La Diputación no sospechó nada en el último fraude en Alonsotegi


La diputada de Presidencia Ibone Bengoetxea aseguró ayer en las Juntas Generales de Bizkaia que no detectaron nada en el expediente presentado en 2012 por el Ayuntamiento de Alonsotegi para cobrar una subvención de 600.000 euros por obras inexistentes que les hiciera sospechar que se cometía un delito. «Se cumplieron todos y cada uno de los requisitos que recogía el decreto», defendió la jeltzale.

Bengoetxea, a quien le molestó que EH Bildu le preguntase por los mecanismos de control, afirmó que la Diputación es «parte interesada» en que se aclare el fraude en la concesión de subvenciones para paliar los efectos de unas riadas en Alonsotegi en 2011. Por ese motivo, está personada en la causa en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo.

En noviembre, dos directivos de la constructora Laneder declararon ante el juez que el entonces alcalde, el jeltzale José Luis Erezuma, les convocó en marzo de 2012 a una reunión en la que se les invitó a certificar unos trabajos no ejecutados en muros de contención junto al elkartegi y ambulatorio, así como obras en el sótano de la casa consistorial, emitiendo las facturas, para que el Ayuntamiento les abonase una deuda de 600.000 euros, correspondiente a la construcción en 2008 del centro de salud.

La juntera soberanista Onintza Oleaga insistió en la «falta de control». «La Diputación dio 600.000 euros al Ayuntamiento de Alonsotegi de la partida de imprevistos y las obras no han existido. Es necesario analizar qué ha fallado y habrá que poner mecanismos para que no vuelva a ocurrir», demandó ante la actitud escapista de la responsable foral.