2019 API. 02 DE REOJO Maitines Raimundo Fitero De nuevo hay que reconocer que Jordi Évole hace una televisión de primera calidad, que su entrevista al papa Francisco es buena, que cualquiera que se precie de ser periodista se dejaría quitar una muela por haberla conseguido y que lo que se emitió fue de una excelente factura y encuadres realmente preciosos. Cualquiera, ahora, puede hacer un listado de las preguntas que considera no se le hizo. Lo dejamos aquí, porque aprendí que siempre hay que criticar lo que se ha ofrecido, sin escribirla, dirigirla o interpretarla de nuevo, ya sea una entrevista (esta de la que hablamos o la que siguió de Ana Pastor a Pablo Iglesias), un capítulo de una serie, un informativo o un programa de chistes en clave feminista. No tengo mucho aprecio por los señores con sotana, sea del color que sea. Intento ver siempre a la persona, al hombre que hay bajo el disfraz y debo confesar (maldita sea) que Francisco, cuando sonríe y según como lo enfocaba la cámara, parecía de nariz para abajo, un hermano gemelo del suegro de Urdangarin. Se parecen tanto que es posible que haya existido en la historia un cruce entre Bergoglios y Borbones. Revisen la entrevista y verán. Aparece siempre convincente, un zorro, un cínico, un diplomático, un vendedor de confusiones en forma de asertos populistas. Con lo que afecta a los demás, lo que es obvio, de lógica, siempre sabe la respuesta adecuada que le hace parecer un señor respetuoso, pero en cuanto nos acercamos a su doctrina, a sus convicciones, aparece el caimán retrógrado, el encubridor, el que no sabe nada o recomienda a los padres llevar a los niños al sicólogo sin son homosexuales. Me encanta que algunos consideren que este Francisco está abriendo la Iglesia al siglo. Yo creo que da unos maitines divertidos, mediáticos, como si estuviera con resaca y tras una buena yerba en su mate.