El Barça vuelve a ganar por un saque de esquina

Lenglet marcó en el último minuto del primer tiempo el tercer tanto de corner que ha encajado la Real esta temporada ante los azulgranas. Juanmi empató y Jordi Alba decidió en un tiro no anulado por el VAR.

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REAL SOCIEDAD 1

La Real cayó ayer ante el Barcelona con toda dignidad en un partido en el que, como el de la primera vuelta, el equipo azulgrana solo fue capaz de ganar con una jugada polémica y en una faceta en la que no destaca, los saques de esquina, en la que los blanquiazules son excesivamente vulnerables.

Eso es lo más frustrante del partido de ayer de la Real porque jugó mejor que el Barcelona, pero en el fútbol los puntos se deciden muchas veces en las jugadas a balón parado y en el primer saque de esquina que el Barcelona envió al área directo, porque los dos primeros los jugó a la corta, Lenglet ganó la acción a su marcador, Merino, y a Oyarzabal y abrió el marcador.

Son demasiados los goles que ha encajado la Real en estas jugadas de estrategia y pocos los que ha marcado a pesar de que lanza muchos más saques de esquina de los que concede y eso es algo que le penaliza demasiado, sobre todo en los últimos meses a pesar del trabajo de Imanol para corregirlo.

La segunda clave del partido estuvo en la jugada del 2-1 porque tampoco es normal que Jordi Alba marque un gol con la derecha desde fuera del área en una acción en la que el criterio arbitral en el VAR fue favorable al Barcelona. Dembélé estaba en la trayectoria de balón en fuera de juego, tuvo que evitar el disparo, y eso podía haberse entendido que molestaba a Rulli. Además fue un momento clave porque la Real comenzó muy bien el segundo tiempo, sin venirse abajo por el gol, y a los dos minutos de empatar Juanmi volvió a verse por detrás.

El Barcelona, con casi todos

Lo mejor del partido fue que la Real encajó bien los dos golpes y plantó cara en todo momento a un Barcelona que salía con la intención de asegurarse la Liga cuanto antes para centrarse en su semifinal de Champions con el Liverpool. Eso quedó claro cuando se confirmó un once inicial en el que Ernesto Valverde solo reservó a Busquets, al alinear en su puesto a Arturo Vidal.

Imanol introdujo solo dos cambios con respecto al equipo que empató con el Eibar al entrar Pardo en lugar de Luca Sangalli y recuperar a Willian José como delantero centro y pasar Juanmi a la banda izquierda y Oyarzabal a la derecha en detrimento de Ander Barrenetxea.

Imanol planteó bien el partido con un repliegue de sus jugadores cuando el Barcelona dominaba y con valentía a la hora de jugar el balón y en el primer tiempo consiguió que el equipo azulgrana no creara ninguna oportunidad de gol hasta que Messi lanzó una falta directa alta en el minuto 26.

Más claras fueron las ocasiones de Juanmi tras un gran pase de Pardo que desbarató Ter Stegen y la de Luis Suárez que obligó a Rulli a realizar una gran intervención. Cuando parecía que la Real iba a llegar al descanso con el marcador inicial. Lenglet marcó el gol en la faceta en la que el Barcelona ya anotó sus dos tantos en la primera vuelta en Anoeta para remontar la ventaja de los blanquiazules.

Buena segunda parte

Si la Real jugó bien en el primer tiempo, comenzó mejor en el segundo, con mucha posesión de balón en el campo del Barcelona y un disparo de Rubén Pardo que tras golpear en Semedo obligó a Ter Stegen a realizar una buena intervención, una indecisión del portero alemán y de Jordi Alba y un remate de Luca Sangalli fuera en el primer balón que tocó tras entrar por la lesión muscular de Zubeldia, otra más para una larga lista.

Imanol colocó a Merino como pivote más retrasado en el lugar del azkoitiarra y el navarro desde ahí dio la asistencia a Juanmi, que superó a Ter Stegen. La pena fue que la Real no consiguió mantener la igualada más que dos minutos porque el árbitro del VAR no entendió que Dembélé, en fuera de juego, interfiriera en el disparo de Jordi Alba desde fuera del área.

Tras verse en desventaja la Real volvió a tomar el mando del encuentro y acaparó la posesión del balón, pero no creó ocasiones con su dominio y además tuvo que sobreponerse a una nueva lesión, la de Diego Llorente, que obligó a acabar el partido con Merino como central.

Con todos estos problemas la Real lo intentó hasta el último momento, pero una de las cosas que ha aportado Valverde a su equipo es que sabe defender bien sin balón y tanto Piqué como Lenglet están a un nivel muy alto y además dio entrada a Busquets para defender la ventaja y encarrilar la Liga.