Isidro

Ahora lo entiendo mejor. Los Murga han sido parte fundamental de mi vida en estos papeles. Isidro era una persona de las que siempre transmiten ánimo, sean las circunstancias las que sean. Laudio como centro telúrico de un gran momento histórico de la fuerza de una idea de Euskadi posible, atractiva, de donde salieron hombres y mujeres que se comprometieron con el futuro, a costa de renunciar a privilegios y coyunturas favorables.

Isidro, Patxo, Andoni, los Murga. Con quienes vi espectáculos de ópera, teatro. Con Andoni compartí redacción. Los tres, en su medida, me ayudaron a comprender mejor la lucha por la libertad, de ellos me sentía apoyado, leído, comprendido. Quizás no haga falta convencer a nadie para votar y a quién votar, pero sentir hoy la orfandad de una persona de esta bondad y compromiso quizás sea un motivo suficiente para que si alguna se siente con mínimas dudas, arranque ya para su mesa electoral a homenajear a los Murga, a todos los Murga que hemos conocido y conocemos, y para que Isidro reciba el calor de decenas de miles de votos que le hagan mantener su sonrisa bajo la txapela de medio lado.

Que no nos pueda la nostalgia, porque la vida sigue. Y esta noche de domingo va a ser de contradicciones. Puede suceder que aquí se obtengan unos excelentes resultados para sentirse muy satisfechos e ilusionados, pero como estamos jugando en campo contrario, lo que al final importa es lo que sumen en todos los puntos del Estado español. Y ahí existe un águila sobrevolando, un tan Santiago nacido en Bilbao, con crianza en Amurrio, que puede convertirse en clave para formar gobierno y marcar el tiempo y ritmo de las marchas militares y reaccionarias. Quita el sueño al más templado, y por decirlo de alguna manera ya no tenemos a Isidro. Mañana, a analizar resultados.