Seguir construyendo futuro

Este texto podía haberse titulado «mucha teoría, poca transformación» y tratar sobre genios atiborrados de teoría política capaces de aniquilar en una sola legislatura amplios apoyos electorales y seguir sin embargo dando lecciones, pero mejor me centro en la producción de futuro.

El pensador chileno Lechner nos dejó inspiraciones muy interesantes para la política transformadora, entre otras cosas, sobre la gestión de la temporalidad y la necesidad de ir más allá de los retos inmediatos. La política se convierte desde esta perspectiva en construcción de futuro. En esta era de presente permanente, mientras intentan destruir la memoria de las luchas y las conquistas sociales y destrozar toda perspectiva utópica de un mundo más justo, la producción de futuro se convierte en un reto de primer orden.

Generar un horizonte capaz de ilusionar y la vez llevar a delante una acción eficaz que permita avances y ponga palos en la rueda a las fuerzas reaccionarias, esa es la cuestión. El cambio en Nafarroa ha sido, sin ir más lejos, un gran esfuerzo de producción de futuro mejorando la vida de la gente, seguramente lo veremos más claro con el paso del tiempo: las élites lo han entendido y han reaccionado.

A veces, como ahora mismo en Nafarroa, la producción de futuro se presenta complicada, pero precisamente en estos momentos el quehacer de una fuerza transformadora es crearlo donde parece no haberlo. EH Bildu ha demostrado ser un experimento político con una enorme capacidad de generar horizonte y acercarnos día a día a ese otro mundo que anhelamos.

Esta potencia, especialmente en el plano local, constituye su punto más fuerte, algo a valorar ahora que, como en el cuento de los tres cerditos, los vientos reaccionarios han acabado con muchas casas de paja. Aprovechemos la solidez de nuestras construcciones y el apoyo electoral logrado para asumir riesgos y seguir construyendo futuro.