2019 EKA. 18 JOPUNTUA Normandía Jon Odriozola Periodista Este artículo es la reproducción de otro que publiqué aquí el 15-06-04 en el 60 aniversario del desembarco de Normandía. Probablemente sea el último artículo por razones de salud). Escribe el mejicano Carlos Fuentes que el 6 de junio se celebró «el día más decisivo de la II Guerra Mundial: el desembarco de Normandía». Por estas fechas se cumpliría el 75 aniversario de la «Operación Overlord» que, según el notable escritor, acabó con el III Reich. Lo primero que hay que contar, con rigor histórico, es que con la invasión de la Unión Soviética por los nazis en 1941 y la dura lucha que se entabló en el frente oriental quedó claro que ese era el núcleo decisivo del enfrentamiento en la guerra mundial. Prácticamente solo existía un frente: el germano-soviético. Fue allí que la guerra, de ser una conflagración interimperial, tomó un carácter antifascista. Stalin (o Charlie Chaplin desde Nueva York) reclamó reiteradamente que los «Aliados» abriesen un segundo frente en Europa con el objeto de aliviar la presión de la Werhmacht sobre el suyo. La negativa a abrirlo no perseguía otro objetivo que prolongar la guerra lo más posible para desgastar a la URSS. La importancia del frente occidental, de su apertura, no se les escapaba a los estrategas nazis. Goebbels temblaba ante esa posibilidad, pero, a pesar de esos temores del mando alemán, los Aliados seguían luchando en los flancos de Europa, en teatros muy secundarios. Solo el avance arrollador del Ejército rojo y los éxitos de las fuerzas guerrilleras populares de liberación forzaron al mando anglonorteamericano a desembarcar en Normandía. No se trata de quitar importancia al famoso, peliculero e inflado desembarco. Ocurre que para entonces ya se estaba a mediados de 1944, a fines de la guerra, cuando el nazifascismo se encontraba descompuesto y en franca retirada y la victoria, sin el concurso aliado, ya estaba cantada y hubiera llegado tarde o temprano. Cuando ya el Ejército rojo estaba a las puertas de Berlín la «cuestión del segundo frente» dejó de serlo. Agur lagunok. Solo el avance arrollador del Ejército rojo y los éxitos de las fuerzas guerrilleras populares de liberación forzaron al mando anglonorteamericano a desembarcar en Normandía