EH Bildu y ERC coinciden en no dar una nueva oportunidad a la derecha

EH Bildu y ERC coincidieron ayer tanto en criticar con dureza el punto del programa de Pedro Sánchez en el que rechaza el derecho a la autodeterminación como en reiterar que harán lo que esté en sus manos para no dar una nueva oportunidad a la derecha, como sería la celebración en noviembre de unas nuevas elecciones de resultado incierto.

Después de que el secretario general del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, presentara la víspera su programa de 370 medidas, EH Bildu y ERC coincidieron ayer en criticar con dureza el punto en el que asegura que en su «modelo de Estado integrador, basado en la diversidad, la igualdad y la solidaridad, no tiene cabida un referéndum de autodeterminación que el TC ha considerado contrario a la Constitución y que, desde una perspectiva política, provoca la quiebra de la sociedad».

En los pasillos del Congreso, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, sostuvo que «lamentablemente vuelve a incurrir en el mismo error: no ve la realidad y hace oídos sordos a las reivindicaciones de la sociedad vasca y catalana. No habrá solución hasta que se reconozca el legítimo derecho de autodeterminación de los pueblos; el conflicto político perdurará».

Gabriel Rufián, después de la reunión entre delegaciones de ERC y PSOE, tildó de «nefasta» esta mención y añadió que «se lo podrían haber ahorrado», es «bastante reaccionario» y parece escrito por Josep Borrell o Irene Lozano, denunció.

En todo caso, tanto Aizpurua como Rufián dejaron claro que su objetivo es evitar unas elecciones que serían dar «una nueva oportunidad a la derecha».

El portavoz de ERC afirmó que «ningún demócrata quiere que el fascismo, que la derecha más reaccionaria llegue a gobernar. No queremos que Abascal sea ministro de Defensa, que Arrimadas sea ministra de Interior, que Marcos de Quinto sea ministro de Economía y Toni Cantó, de Cultura», concluyó.

Mertxe Aizpurua sostuvo, por su parte, que «vamos a cerrar el paso a la derecha como hemos hecho allí donde tenemos poder decisorio. Mientras esté en nuestra mano, las derechas no gobernarán porque creemos que es malo para la ciudadanía vasca y catalana. Mantenemos la misma posición: nuestra voluntad es frenar a las derechas».

La portavoz de EH Bildu criticó que el PSOE no hable con su formación, aunque recordó que «es imposible conformar una mayoría alternativa a las derechas sin EH Bildu. Seguimos siendo determinantes, lo quiera ver el señor Sánchez o no».

«Promesas incumplidas»

La formación independentista vasca no confía en el programa de Pedro Sánchez presentado anteayer, que calificó de «recopilatorio de las promesas incumplidas por el PSOE». Aún así, recordó que «estamos donde estábamos, esperando a que se forme un gobierno progresista y de izquierdas que dé respuesta a las demandas de la ciudadanía. Pedimos que hagan todo lo posible para ello: si sale adelante, ahí estaremos. No posibilitaremos ningún gobierno de la derecha».

Gabriel Rufián, por su parte, apuntó que ERC es partidario de un nuevo debate de investidura y criticó que Pablo Iglesias lo condicione todo a un ministerio cuando el presidente del partido republicano, Oriol Junqueras, está en la cárcel y aún así está dispuesto a abrir la puerta a la política y al diálogo. «Si nosotros estamos dando una oportunidad a la palabra y la política, la pregunta es por qué ellos [UP] no», subrayó.

Añadió que «nos mantenemos como en julio». Gabriel Rufián recordó que en aquella primera investidura ERC dejó claro que su voto no iba a bloquear la investidura de Pedro Sánchez, e incluso pasó del voto en contra a la abstención en la segunda votación.

En relación a su reunión con la delegación del PSOE, el portavoz de ERC expuso que no han ocultado el malestar de su formación por la mención expresa contra la autodeterminación. También es «erróneo», afirmó Rufián, que el PSOE defina como «crisis de convivencia» el conflicto con el independentismo en Catalunya, porque crisis de convivencia son, a su juicio, los desahucios. «Que la gente quiera decidir su estatus político no debería ser un problema y así lo hemos transmitido», concluyó.