2019 ABEN. 24 JOPUNTUA ¿Autoconciencia? César Manzanos Doctor en Sociología He conversado con auténticas eminencias en materia de neurociencia, bioquímica, filosofía, y otras disciplinas científicas, acerca de un tema que a mi entender resulta de gran relevancia: ¿la nano-fauna y el resto de los seres tienen conciencia de su existencia? ¿y el animal humano? Siempre defiendo que tener conciencia de «estar vivo», al final, es crear y reproducir las condiciones orgánicas y ambientales para sobrevivir como sujetos y como especie. No obstante, vista la involución ecosistémica y mental del autodenominado «homo sapiens» hacia un engendro definible como «alienígena descerebrado», parece más bien que esté creando las condiciones mastodónticas para acabar con el medio que permita tanto su supervivencia, como la de su especie. Esto le convierte en el único ser sobre el planeta tierra que no tiene conciencia, y si la tiene, es un gilipollas, entendiendo por ello, «aquel ser que deambula a espaldas de sí mismo y de todo cuanto le rodea». Mata y domina al resto de los seres masivamente sin que le sirva para alimentarse, sino más bien, para transformar su poder en propiedad y capital. Ha instituido la necrofilia y la necropolítica sembrando un mundo de congéneres que malviven empobrecidos, desplazados, refugiados, bombardeados, estresados, enfrentados, encerrados. En fin, infectados con el virus social del malestar y la miseria. Por su parte, los virus, bacterias, microorganismos y demás nano-fauna, se reproducen y mutan con admirable facilidad para crear las condiciones que garantizan su subsistencia. Eso sí que es ser consciente de su existencia, lo cual, resulta envidiable. Cuando miro a mi alrededor, no dejo de pensar en los infinitos millones de bichos invisibles para nuestros ojos que no necesitan contemplarnos para reírse del engreído y patético animal humano. A ellos les debemos estar vivos y, paradójicamente, a la vez se encargarán, como verdugos anónimos e inaparentes en esta guerra bactereológica ya descontrolada, de ayudarnos en nuestro demencial empeño por acabar con nuestra especie. Un poco de conciencia por favor. Ha instituido la necrofilia y la necropolítica sembrando un mundo de congéneres que malviven empobrecidos, desplazados, refugiados, bombardeados, estresados