2020 OTS. 04 JORNADAS ORGANIZADAS POR MEMORIA GARA SAN FRANCISCO, UN LUGAR DONDE UNIR LA MEMORIA CON LA LUCHA DEL PRESENTE MEMORIA GARA ES UNA INICIATIVA QUE TRABAJA PARA CREAR UN CENTRO DE MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS EN LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS DE GASTEIZ, ESCENARIO DE LAS ASAMBLEAS OBRERAS DE 1976. HA ORGANIZADO UNAS JORNADAS PARA HABLAR DEL CONTENIDO, DE LA GESTIÓN Y DE LA FORMA DEL CENTRO. Ion SALGADO Joaquín Diestre, Romualdo Barroso, José Castillo, Pedro Martínez Ocio, Francisco Aznar, Bienvenido Pereda, Justo López de Zubiria, Félix Minguela, María Ángeles Barandiaran y Victoriano Aguiriano. Estas son las diez personas que han muerto a manos de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Gasteiz desde el año 1960. Algunas, como es el caso de las víctimas del 3 de Marzo, son recordadas todos los años; otras han caído en el olvido. Su nombre figura en los informes publicados por el Ejecutivo autonómico, pero carecen de un espacio de memoria. De un centro memorial como el que se ha erigido para recordar a las víctimas de ETA en el corazón de la capital alavesa. La iniciativa Memoria Gara está decidida a corregir esta situación, y desde hace más de un año trabaja para convertir la iglesia de San Francisco de Asís, el templo contra el que disparó la Policía Armada en 1976, en un espacio de memoria y derechos humanos. Una idea compartida por el médico forense Paco Etxeberria, la académica Maider Maraña, el historiador Emilio Majuelo, la periodista e investigadora Zuriñe Rodríguez y el experto en museología de la UPV-EHU Iñaki Arrieta. Los cinco participaron ayer en las jornadas “3 de Marzo: memoria(s), espacio(s), colectivo(s)”, donde fueron desgranando aspectos que, a su parecer, deberían tener cabida en el futuro memorial. Iñaki Arrieta, por ejemplo, insistió en la necesidad de conectar el pasado con el presente, «porque si no difícilmente se podrá recordar». Y apostó por vincular las luchas obreras de los años 70 y 80 con la precariedad que padecen la juventud a día de hoy. «Ese es un buen enganche», señaló, y advirtió de la existencia de un nexo político entre el pasado y el presente de Euskal Herria: la represión y la violencia ejercida por parte de las FSE. «Habrá que recordar lo que pasó en Bilbao y lo difícil que fue llevar adelante el juicio», manifestó el alusión a la muerte de Iñigo Cabacas. Además, apostó por huir del discurso lineal. Defendió la necesidad de fomentar la reflexión de las personas que acudan a visitar el memorial, sin recurrir a un discurso «erudito». «Lo importante es dar información, lograr que el visitante vea que el tema guarda relación con su vida, y que lo que pasó entonces tiene que ver con lo que pasa hoy en día», destacó antes de ceder la palabra a Rodríguez, que hizo hincapié en el papel de las mujeres durante el 3 de Marzo. En su intervención también denunció la violencia machista, y propuso dar cabida en el centro memorial a las víctimas de los feminicidios ocurridos en la capital alavesa. Mujeres que, al igual que ocurre en el caso de las víctimas de las FSE, padecen el abandono institucional. «Este lugar puede servir para recordar a las mujeres víctimas de la violencia machista y ponerles en el mismo nivel que otras víctimas políticas», manifestó, y remarcó que es preciso debatir sobre el contenido del memorial antes de sentarse a hablar con la Administración pública. El ejemplo argentino Maraña explicó el trabajo realizado en Argentina, donde se ha abierto un museo de la memoria en el espacio ocupado por la Escuela de Mecánica de la Armada, la ESMA, un centro de detención y tortura durante la dictadura. En el caso del centro memorial de Buenos Aires, los agentes sociales gestionan una parte, y otra, precisamente el museo, queda en manos del Gobierno federal, a merced de los cambios propiciados por los resultados electorales. La situación durante el mandato de Macri ha sido más difícil, pero no ha impedido que el centro continúe abierto, mostrando los horrores del régimen militar. Un régimen dirigido por Jorge Rafael Videla, que fue condenado en 2012 por el robo de bebés. En el caso del Estado español, las víctimas de la dictadura llevan años tratando de lograr justicia, y se han topado una y otra vez con un sistema judicial que se ampara en la Ley de Amnistia para dar carpetazo a los crímenes franquistas. En este sentido, Etxeberria recordó que instituciones como el Parlamento de Gasteiz, el Ayuntamiento o las Juntas Generales de Araba se han pronunciado a favor de las víctimas del 3 de Marzo, y se han redactado informes oficiales en el que se da cuenta de la vulneración de derechos que padecieron. Sin embargo, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska «ha venido a decir que todo lo que no está en una resolución judicial no es oficial. Y eso es inaguantable». Majuelo expuso un discurso similar en ciertos aspectos, recordado que la denominada transición «es de todo menos modélica». Es más, incidió en que el régimen franquista sobrevivió a la muerte del dictador porque «no hubo una depuración» de los organismos del Estado. «Hace falta poner muchas cosas en claro y hay que discutir sobre ellas, con argumentos», apuntó ante el público presente en el Palacio de Montehermoso. Hoy y mañana las conferencias tendrán lugar en el Bibat, donde se hablará de cómo debe ser la gestión del centro memorial y de cómo se debe organizar el espacio. Los cinco ponentes coincidieron en la necesidad de impulsar un centro memorial en la iglesia contra las que disparó la Policía Armada el 3 de marzo de 1976