2020 MAR. 13 JOPUNTUA Árbol que nace torcido Alvaro Reizabal Abogado Las elecciones convocadas en el tercio autonómico para el cinco de abril nacieron gafadas desde el primer momento. Por un lado se pretendía diferenciarlas de cualesquiera otras, propósito que resulto fallido al haber convocado Feijoo las gallegas para el mismo día, diluyéndose así lo que se pretendían elecciones de país en unas autonómicas mas. Para más inri, toneladas de basura acumulada irregularmente en Zaldibar sepultaron a dos trabajadores aun no rescatados de entre los escombros y generaron un colosal problema de salud pública que ha sido gestionado con un incomprensible oscurantismo y con la vista puesta en no perder votos por el desastre medioambiental y de gestión. Baste comprobar que el aparato de propaganda del candidato Urkullu airea el resultado de supuestas encuestas que, según dicen, confirman que el electorado ha perdonado el desliz y el caso Zaldibar no le va a suponer coste electoral. De ser así, seria incomprensible, pero veremos el resultado de las urnas, sobre todo en esa zona. Y, ahora, para colmo, ha llegado para quedarse el problemón del Covid-19, que amenaza la misma celebración de la consulta, porque no creo que el asunto se solucione comprando guantes de látex para los miembros de las mesas. Como el que ha puesto el tema sobre la mesa no ha sido el, Urkullu ha saltado celoso pidiendo que no se especule con la cuestión y que será la Junta Electoral Central (¡!) la que decida, porque la ley electoral no contempla la posibilidad de suspender las elecciones. Pero si se están cerrando ikastolas y universidades, se prohíben las reuniones multitudinarias y los espectáculos deportivos se celebran a puerta cerrada, e incluso se prevé la posibilidad de confinar a la población en sus casas si la cosa sigue agravándose, como parece que va a ocurrir, no es posible ni sensato sacar a todo el mundo a la calle para que vaya a votar a unos colegios electorales llenos de personal. Y, es que ya lo dice el refrán: «árbol que nace torcido jamás su tronco endereza» y esta convocatoria nació con el pie cambiado. Ahora, para colmo, ha llegado para quedarse el problemón del Covid-19, que amenaza la misma celebración de la consulta