2020 MAI. 12 JOPUNTUA La OTAN es el virus César Manzanos Doctor en Sociología Llevamos cuarenta años debatiendo sobre el monstruo de la OTAN. Ya a principios de los 80, incluso dentro de prisión, cuando nos encarcelaron por acciones antimilitaristas. Entre las personas encausadas se encontraba Helena Martínez, luchadora incansable recién fallecida, a cuyos seres queridos brindamos un cariñoso homenaje. Y después... décadas de lucha en campañas contra la guerra (¡las guerras las organizan los ricos y las pierden las pobres!), por la abolición del servicio militar, a favor de la objeción fiscal (¡menos tanques, más hospitales!), por la abolición de los ejércitos y contra la carrera de armamentos (¡un arma fabricada, una criatura asesinada!). Campañas representadas, entre otros, por el símbolo del casco de un soldado como maceta de una flor, y que, gracias a Jota, financiábamos, pues lo horneaba en forma de medallones de barro en Bakearen Etxea, sede del MOC en Bilbao. Mientras, el Estado-guerra español, capitaneado por el PSOE y apoyado por el PNV como lugarteniente, nos obligó a permanecer en la OTAN desde 1986 mediante un referéndum apañado. Desde entonces, y durante décadas, en una guerra contra los pueblos empobrecidos, han financiado la producción y compra de horribles máquinas de asesinar con billones de euros procedentes de nuestros impuestos. Los señores de la guerra han sembrado la macabra pandemia infecta de la miseria que se cobra 100.000 víctimas al día en el mundo, tal y como apunta el manifiesto de organizaciones vascas que apoyan la campaña de International Peace Bureau demandando invertir en gastos sociales en lugar de en la militarización. Ahora se demuestra que sus misiles nucleares no son capaces de combatir a un bicho invisible que directa o indirectamente han fabricado. Es momento de establecer prioridades: dejar de invadir países, explotar a las personas, destruir el hábitat, suspender subsidios, rentas básicas o pensiones. Todo ello, es posible eliminando los inútiles y contraproducentes gastos militares, para poder garantizar una segura subsistencia a todas las personas. La alternativa más razonable es quitarnos el lastre de la OTAN y sus ejércitos con un referéndum bajo el lema «La OTAN es el virus». El Estado-guerra español nos obligó a permanecer en la OTAN desde 1986 mediante un referéndum apañado. Desde entonces, y durante décadas, en una guerra contra los pueblos empobrecidos