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AZKEN PUNTUA

«Que nadie se quede atrás»


Seguimos confinados en las residencias. Así lo han decidido Gobierno Vasco, diputaciones y empresas del negocio. El régimen de visitas, si no fuera tan ridículo, parecería carcelario. De salir, nada. En julio y a votar, ¿verdad Urkullu?

¿Cómo explicarles que no quieren ir a la playa, montar un botellón o acaparar sillas en las terrazas? Solo desean volver a encontrarse con sus familias, compartir unas horas.

¿No se apela a la responsabilidad ciudadana para rehabilitar los espacios y actividades sociales? ¿Por qué no las residencias? ¿No son ciudadanos los residentes? ¿Por qué no compartir con las familias la responsabilidad de las visitas y salidas de los residentes?

Somos «población de riesgo» pero lo somos siempre, antes y después de cualquier pandemia. También nos mata la gripe, el cáncer, la soledad... y que nos tengan dentro de un armario, como ropa vieja, a esperar que todo pase, no puede ser el «protocolo». El confinamiento no es un alegre recurso que extender en el tiempo sin valorar las consecuencias. La libertad de movimiento ya la disfrutan todas las personas, incluyendo las ancianas que no están encerradas en las residencias.

¿Cómo es eso que tanto les encanta repetir... eh, cómo es? ¡Ah sí… «que nadie se quede atrás». ¡Váyanse a la mierda!

PD: Renuncio a mis visitas en estas condiciones.

(Preso politikoak aske)