2020 EKA. 28 Elkarrizketa MIKEL BARRIOS SANTAMARIA EXPRESO CONDENADO A 5 AñOS DE PRISIÓN «Hay que romper el bloqueo que en mi caso me lleva a prisión» El 23 de junio, el Tribunal Correccional de París condenó a cinco años de prisión a Mikel Barrios por pertenencia a banda armada. La sentencia incluye la expulsión del Estado francés durante diez años. Este iruindarra de 32 años, que se encontraba en libertad bajo control judicial desde octubre de 2018, tendrá que ingresar en la prisión de Mont de Marsan en las próximas horas. Haritz LARRAÑAGA URRUÑA Mikel Barrios, iruindarra de 32 años, fue detenido en Alemania el 27 de octubre de 2017 y extraditado semanas más tarde al Estado francés en base a una euroorden. Permaneció encerrado en la prisión de Osny hasta el 29 de octubre de 2018 y desde entonces se encontraba en libertad bajo control judicial. Tras ser juzgado, el joven de Arrosadia tendrá que volver a prisión. ¿Esperaba volver a la cárcel? Para nada. Esperaba una condena, pero el hecho de que no se haya podido evitar la cárcel me ha sorprendido, porque la actitud del juez instructor fue positiva, tuvo en cuenta el contexto político actual. Por el contrario, la actitud del fiscal y el juez en el juicio fue brutal. No querían escuchar, argumentaban que los militantes no han cambiado o que no se entregaron todas las armas. Cuestionan hechos que aquí todo el mundo sabe y nadie duda, es decir, que ETA se desarmó y se disolvió. ¿Cómo se encuentra ahora? Se me han revuelto muchas cosas en mi interior, porque el lunes estaré en la cárcel de Mont de Marsan. Estoy enfadado por la actitud que mantiene la Justicia francesa, pero afronto la situación con serenidad. Salí de la cárcel con la pulsera electrónica, así estuve seis meses y desde que me la quitaron tenía que presentarme a firmar en la gendarmería. Conseguí darle la vuelta a una situación complicada y tener una vida estable. He estado mal psicológicamente, pero ahora me siento mejor y con ganas de avanzar. ¿Considera que la condena que le han impuesto ahora responde al principio de reinserción que le aplicaron cuando salió de prisión? En absoluto. Yo vivo en Itsasu y me he integrado enteramente en la vida social. Cuando salí de la cárcel tenía un contrato limitado, luego me lo renovaron y ahora que finalmente me han hecho un contrato indefinido ha venido la sentencia. Durante el juicio demostramos que me he integrado en el pueblo y que tengo un trabajo estable, pero no les importa. Diversas organizaciones han denunciado un bloqueo por parte del Estado francés en la resolución del conflicto. ¿Cree que su situación es consecuencia de ese bloqueo? Pienso que sí. En vez de ayudar al proceso de normalización, van en el sentido contrario. La sentencia que se ha dictado en mi contra sigue la línea que ha seguido hasta ahora la Fiscalía francesa. Han dado unos pequeños pasos, pero, en general, han actuado en el sentido contrario, y mi caso es un caso más. Se han hecho muchas movilizaciones y ha habido una acumulación de fuerzas importante. ¿Qué piensa al respecto?. Que no ha sido suficiente. Efectivamente, se están dando algunos pasos en la buena dirección, pero no son suficientes, porque no conseguimos levantar ese bloqueo. Hace falta acumular más fuerzas, movilizar más, activar el pueblo y compaginar el trabajo de los electos con el trabajo en la calle. Creo que podemos conseguir algo más. ¿Hay alguna posibilidad de que pueda salir de prisión? Nosotros recurriremos tanto la pena de cinco años como los diez años de expulsión. También cursaremos la petición de libertad para estar en la calle mientras se desarrolle ese proceso. No tiene sentido estar en la cárcel, he cumplido todas las medidas que me han pedido, tal y como me las han pedido. Es incomprensible que no se haya evitado el ingreso en prisión.