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CRISIS DEL CORONAVIRUS

85 muertes en la segunda ola sitúan el foco en las residencias

Tres usuarios de residencias fallecieron ayer a causa del covid, que en poco más de un mes se ha cobrado la vida de 85 personas en los centros para mayores. Son muchas menos que en primavera, pero suponen un porcentaje muy alto, superior al 42%, de los decesos provocados por el virus. Pese a ello, Lakua anuncia una flexibilización de las medidas.


Desde que a mediados de agosto se informó del fallecimiento de dos usuarios de las residencias de mayores de Bizkaia, un total de 85 residentes han perecido a causa del covid-19 en Hego Euskal Herria. Es una cifra muy alta, que además ha pasado de crecer poco a poco al inicio de esta segunda ola a sumar casos prácticamente todos los días. Ayer, las Diputaciones de Araba y Gipuzkoa comunicaron tres decesos: una persona usuaria de la residencia privada Colisée Miñano, en Gasteiz, y dos residentes del centro Alai-Etxe, en Donostia. Esta trágica secuencia ha vuelto situar el foco informativo sobre unos centros que sufrieron la crudeza de la pandemia más que cualquier otro lugar en marzo y abril, con más de mil víctimas mortales.

Esas 85 personas solo representan un 7,5% de los residentes fallecidos en este medio año largo de crisis sanitaria –1.129–, pero son un porcentaje mucho más significativo, hasta el 42,5%, de todas las muertes ocurridas en el último mes, en torno a doscientas, a la espera de que Lakua publique en las próximas horas su informe semanal.

Nafarroa y Bizkaia, cara y cruz

De esta forma, aunque tras lo ocurrido en primavera las autoridades hicieron un amago de autocrítica y anunciaron mejoras en la gestión de las residencias, el porcentaje de muertes respecto al total sigue siendo muy alto. No ha cambiado en la CAV, donde los decesos en estos centros aún suponen el 42%, aunque sí ha bajado bastante en Nafarroa, donde alcanza el 77% del total desde marzo, pero solo el 17% en esta segunda ola.

En ese herrialde, que ha hecho una auditoría independiente sobre la actuación en las residencias durante la pandemia, 443 de los 562 fallecidos por coronavirus hasta ayer eran usuarias de esos centros, pero casi la totalidad de los decesos se produjo en la primera embestida primaveral: 437 muertos, 274 con diagnóstico covid y 163 con síntomas compatibles con la enfermedad. En el último mes ha habido cinco muertes entre residentes, a los que hay que sumar una más registrada en julio.

De modo que Nafarroa está sufriendo ahora un menor impacto en las residencias que el resto de territorios, aunque según datos aportados por el Gobierno de Iruñea, el lunes había cincuenta casos activos, 19 más que la semana pasada, habiéndose detectado un nuevo brote en el centro asistencial de Funes, con dos nuevos casos.

Nada que ver, en cualquier caso, con la situación existente Bizkaia, donde el lunes se notificaron cuatro nuevos fallecimientos, que elevaron el total a 51, diez veces más que en Nafarroa. En ese herrialde, que actualiza sus datos cada dos días, había 203 usuarios afectados en el último informe, dos menos que en el anterior, de los que 31 permanecían hospitalizados, y contaba con doce centros con personas residentes afectadas.

Sin llegar a esos extremos, Gipuzkoa también ha ido sumando en las últimas jornadas un número alto de víctimas, 20 tras los dos casos conocidos ayer, que se suman al fallecimiento de un residente del centro Mizpirualde de Bergara, del que se informó el lunes. Las residencias guipuzcoanas en las que hay constancia de casos activos son Hermano Garate-San Ignacio, de Donostia (1); Santa Maria Magdalena, de Hernani (26); Sagrado Corazón, de Errenteria (17); Alai-Etxe, de Donostia (9) y Mizpirualde de Bergara (2).

55 personas afectadas, de las que once están hospitalizadas y otras 29 están siendo atendidas en la planta social del Hospital de Eibar, que es el centro de referencia para la atención de casos de covid derivados de las residencias de Gipuzkoa.

Por su parte, con el caso conocido ayer, Araba suma nueve decesos en las residencias, y rondan los sesenta el número de usuarios con el virus en fase activa, quince de ellos en el centro privado Colisée Miñano, según informó el Ejecutivo foral.

Nuevo protocolo en la CAV

Los datos de las diputaciones y del Gobierno navarro muestran una afección más limitada que la de hace unos meses, pero aun así importante en unos espacios que se presumía protegidos.

Sin embargo, pese a estos números preocupantes, Lakua anunció ayer mismo un nuevo protocolo destinado a estos centros, con «medidas de socialización» que buscarían que los usuarios de residencias puedan «desarrollar su proyecto de vida con relativa normalidad», según expuso la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, añadió que la nueva normativa, que según indicó ha sido elaborada en colaboración con las diputaciones, a las que corresponde la competencia en esta materia, «abre la puerta a la recepción de las visitas en los centros residenciales, y posibilitar la salida en entornos cercanos y de más largo tiempo a los hogares familiares».

Preguntada por las posibles consecuencias de esta flexibilización, la consejera, que no dio mayores detalles del contenido y se remitió a los decretos forales que se aprobarán en los próximos días, respondió que «no existe el riesgo cero ni para estas personas de especial vulnerabilidad ni para otros ámbitos». «Lo que tenemos que hacer es seguir las medidas preventivas y seguir siendo muy prudentes», declaró, sin explicar tampoco el motivo de esta flexibilización cuando las medidas vigentes hasta ahora no han impedido que el virus haya entrado en un importante número residencias. Más de 350 personas usuarias siguen afectadas.

 

Nafarroa, incapaz de ponerle freno, suma cinco muertes y más positivos que la CAV

A diferencia de lo que ocurre en las residencias, los números globales de Nafarroa muestran una situación mucho más preocupante que la del resto de herrialdes de Hego Euskal Herria, pues las restricciones y demás medidas tendentes a frenar la expansión del covid no acaban de surtir efecto, y la tasa de positividad volvió a rebasar ayer el listón del 10%. En concreto, según los datos facilitados por el Instituto de Salud Pública y Laboral, el lunes se detectaron 348 nuevos casos, tras realizar en el sistema público de salud 3.346 PCRs, el día que más pruebas se han hecho hasta el momento.

Además, esta alta cantidad de positivos se está haciendo notar en los hospitales y, desgraciadamente, en la cifra de fallecidos. Así, el lunes se registraron cinco decesos, tres hombres, de 78, 85 y 89 años, y dos mujeres, de 56 y 84 años. También se produjeron 14 nuevas hospitalizaciones, ninguna en la UCI.

Por el contrario, Osakidetza reportó ayer 314 nuevos casos después de haber llevado a cabo 8.519 test, lo que sitúa la positividad en el 3,6%, el porcentaje más bajo en dos meses. Los números de Bilbo y Donostia, con solo 34 y 20 positivos, respectivamente, son el reflejo de una mejora que es generalizada. Pese a ello, en localidades como Barakaldo (29), Getxo (22), Portugalete (15) y Durango (10) se contabilizaron más afectados que el día anterior. Gasteiz (48) registró el mayor número de casos, mientras que Zestoa, que ha adoptado restricciones por su cuenta, pudo celebrar una jornada sin nuevos contagios detectados.I.B.