2020 IRA. 23 DOCUMENTAL SOBRE EL CASO DE MIKEL ZABALZA «NON DAGO MIKEL?», EL CRUDO TESTIMONIO DE LOS TORTURADOS PRÁCTICAMENTE 35 AñOS DESPUÉS, EL CASO DE MIKEL ZABALZA LLEGA A LA GRAN PANTALLA DE LA MANO DE AMAIA MERINO Y MIGUEL ÁNGEL LLAMAS “PITU”. EL DOCUMENTAL, QUE MUESTRA CON TODA CRUDEZA EL TESTIMONIO DE TORTURADOS EN EUSKAL HERRIA Y DE UNA FAMILIA QUE SIGUE EXIGIENDO VERDAD, SE ESTRENÓ AYER EN ZINEMALDIA. Pello GUERRA El relato cinematográfico que han elaborado Merino y “Pitu” con la producción de Ahotsa.info e Izar Films lleva un orden cronológico, situando el entorno en el que se desarrollaba la vida de Mikel Zabalza hasta que es detenido el 26 de noviembre de 1985 en Donostia y llevado al cuartel de la Guardia Civil en Intxaurrondo. GARA tuvo la oportunidad de visionarlo junto a sus allegados. A través de diferentes testimonios, se va relatando los acontecimientos, lo que les sucede a los detenidos en la misma operación policial, mientras la familia de Zabalza intenta infructuosamente dar con él. Cómo se va pergeñando la versión oficial de una supuesta fuga, hasta llegar a la aparición de su cuerpo veinte días después en las aguas del río Bidasoa. Todo ello intercalando imágenes de la época procedentes del archivo de EITB y actuales para componer un relato estremecedor. Sobre todo resultan muy duros los momentos en los que Ion Arretxe relata las torturas sufridas entonces en Intxaurrondo y que va desgranando para el antropólogo forense Paco Etxeberria, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Un testimonio de lo sufrido al que se suman los de los hermanos del propio Mikel o de su pareja, Idoia Aierbe. Aunque para muchos se trata de una historia tristemente conocida, no deja de producir un escalofrío todo lo que se llega a oír, mientras por la gran pantalla también va apareciendo la contundente respuesta de la sociedad vasca ante una versión oficial que prácticamente nadie se creía, incluso algunos de los que la terminarían defendiendo a capa y espada. El final del visionado se ve acompañado de un solemne silencio, como intentando asimilar todo lo que ha ofrecido en crudo “Non dago Mikel?”, que se termina rompiendo con una fuerte salva de aplausos. «Te llega hasta dentro» Al salir de la sala, en más de unos ojos brotan las lágrimas, como le sucede a Idoia Zabalza, hermana de Mikel, quien reconoce que «al ver la película se te van acumulando sensaciones, pensamientos, vivencias y te llega hasta dentro». Dentro de las diferentes tramas que componen el documental, Idoia destaca «el testimonio de Ion Arretxe, que es casi como si fuese la voz de Mikel o como si fuese Mikel el que está vivo ahí». La película reaviva el viejo dolor de la pérdida y también es un recordatorio de que «han pasado 35 años y seguimos en el mismo punto en lo que tiene que ver con la verdad, la justicia y la reparación. Como dice mi madre en la película, estamos ante una pared que, de momento, es imposible de abrir, de hacer una fisura y menos tirarla». Idoia se queda con el hecho de que a través del documental «se ha dado un paso adelante muy importante, porque ahora tenemos documentada la verdad de lo que pasó. Está grabada y queda para siempre. No significa que sea una verdad judicial, pero la verdad ya está documentada». Las emociones también se agolpan en los ojos de su hija Garazi, que, junto a sus primas, participa directamente en el documental, con el que se muestra «muy contenta. Te remueve todo y he llorado de emoción. Es un buen trabajo». Garazi recuerda que «desde pequeñas nos han contado lo que ocurrió, pero siempre nos ha faltado un poco más, entender qué sentían, por qué teníamos nosotras también esa carga. Aunque supiésemos los hechos, nos faltaba algo y cuando empezaron a hacer la película comenzaron a abrirse, a contarnos un poco más y conseguimos abrir la caja de los sentimientos, de las emociones, de todo». Destaca la importancia de una obra como esta «para que se conozca lo que pasó. Nosotras conocemos la historia de primera mano por la familia y también nuestro entorno, pero más allá, ya no tanto. Y el documental ofrece la oportunidad de que se conozca lo que se vivió en aquella época, lo que se ha vivido hasta hace muy poco y ayuda a conocer la historia de nuestro pueblo». Una gran responsabilidad Precisamente el hecho de difundir lo más masivamente posible lo sucedido con Mikel Zabalza era el gran reto al que se enfrentaban los directores de la cinta, Amaia Merino y Miguel Ángel Llamas, “Pitu”. Este último recuerda que «no era cualquier historia la que había que contar, porque involucraba a mucha gente. Y cada vez que les preguntábamos a esas personas sobre lo que habían vivido, revivían algo muy doloroso. Cuando después de tantos años te metes en una casa y abres la caja de los truenos, adquieres una responsabilidad muy grande de cara a esas personas». Merino abre todavía un poco más el plano para añadir que «la película es una experiencia, la oportunidad, no agradable, pero sí importante, de vivir lo que se vivió aquellos días en primera persona. Y estamos muy satisfechos del resultado final». La elaboración del documental ha sido un proceso largo en el que se han implicado asociaciones, instituciones y muchas personas a través del cowdfunding para que terminara siendo una realidad. Entre las primeras, destaca el impulso de Mikel Zabalza Gogoan Herri Ekimena, una iniciativa popular que reúne a la familia Zabalza Garate, amigos y personas del barrio de Altza de Donostia. Como recuerda “Pitu”, «llevamos desde antes del 30 aniversario trabajando en este proyecto y durante todo ese tiempo, hemos estado trabajando la memoria de lo que le ocurrió a Mikel, denunciando la práctica de la tortura. Y toda la gente que ha colaborado de una manera u otra ha sido fundamental para que esto llegue al final. Por eso, en los títulos de crédito salen sus nombres. Seguramente se nos habrá olvidado alguien, pero cuando ves tantos nombres, eso significa que es una película hecha en auzolan». Con el estreno, ahora llega el momento de recibir el dictamen del público. A Merino le gustaría que el espectador que ha visto “Non dago Mikel?” se lleve de la sala «una idea clara de lo que es y ha sido la tortura, de lo que se puede llegar a sentir, de lo que significa la impunidad que hasta hoy existe respecto a este tema». Aunque también le gustaría que «no solo sea algo tan duro, tan negativo, que digas ‘apaga y vámonos’, sino que también piense cómo podemos aportar para que esta situación cambie, para que se reconozca lo que se ha hecho. Esa ha sido nuestra intención: dejar unas semillas por aquí y por allá para volver a juntar las fuerzas entre todos para empujar, obligar a quienes están en los gobiernos a que de una vez por todas se haga memoria histórica, porque llevan un retraso descomunal. Les vendría muy bien hacerlo por fin». Homenaje a los torturados Precisamente para que esa memoria siga viva han realizado este documental, que ha iniciado su andadura «por la puerta grande, en el Zinemaldia de Donostia», señala satisfecho “Pitu”, quien añade que «desde que empezamos con este proyecto, nuestra meta era llegar con una película que tuviera la calidad suficiente como para que pudiera ser exhibida en el Zinemaldia». Además, su estreno en Donostia suponía «un reconocimiento a Mikel y a las víctimas de la tortura en la ciudad donde ocurrieron los hechos que relatamos, algo que no se ha hecho de forma oficial». Un momento que no han podido vivir Ion Arretxe e Idoia Aierbe, ya que fallecieron en marzo de 2017 y diciembre de 2018, respectivamente. Su estreno en el festival donostiarra es su tarjeta de presentación de cara a iniciar «el camino que vamos a hacer después, que incluso nos parece más importante. Porque será todo un homenaje a las personas que han sufrido torturas que esta película se pueda exhibir en salas de cine comercial, que también se haga una buena exhibición en todos los pueblos y barrios de Euskal Herria de donde nos llamen, que podamos superar las fronteras de Euskal Herria, acudir a festivales y que se pueda emitir en televisiones». De tal manera que «miles de personas vean, escuchen y conozcan el caso de Mikel». Un drama que a través de su trabajo ya ha quedado recogido para la historia. Idoia Zabalza destaca que «ahora tenemos documentada la verdad de lo que pasó. Está grabada y queda para siempre» Ni Ion Arretxe ni Idoia Aierbe han podido ver estrenado el documental, ya que fallecieron en marzo de 2017 y diciembre de 2018 Amaia Merino apunta que su intención es «dejar semillas para juntar fuerzas y obligar a los gobiernos a hacer memoria histórica»