GARA Euskal Herriko egunkaria
EDITORIALA

El sobrecoste de un modo de gestión de lo público


Un derrumbe en primavera paralizó la obra del «Topo» –ahora bautizado como metro– por el centro de Donostia. Posteriormente se supo que se había encontrado arena y agua en ese tramo y el hallazgo obligaba rehacer el proyecto. Más tarde se informó de que el sobrecoste de las modificaciones obligaba a rescindir el contrato actual y a hacer una nueva licitación. Ayer, el consejero de Vivienda, Planificación Territorial y Transportes, Iñaki Arriola, se paseó por Donostia y sin ningún reparo informó de que el monto final del tramo casi doblará el inicialmente previsto y que, además, la puesta en funcionamiento se retrasará al menos dos años. Otro traspiés más.

Los incidentes que ha sufrido esta obra han dado lugar a todo tipo de chanzas: está ocurriendo lo que los detractores del proyecto –que no son pocos– ya anticiparon, pero los geólogos que hicieron los estudios fueron incapaces de prever y los políticos que tomaron las decisiones minimizaron. Y esos gravísimos errores no solo no hacen gracia, sino que resultan muy preocupantes. Indican que existe una cultura de la gestión de la cosa pública que se caracteriza por el autoritarismo –el desprecio a la opinión de la gente–, el elitismo –completamente ajeno a las necesidades y demandas sociales– y la chapuza –que acepta cualquier cosa como estudio experto siempre que no contradiga los planes de los políticos–. Y por mucho que estos gestores se vanaglorien de supuestos logros, esta forma de hacer es profundamente antieconómica, porque acumular retrasos en las inversiones es como enterrar dinero, algo que en la actual situación no se debería permitir.

Esta pasante fue una idea del PSE defendida con tenacidad, a la que el PNV fue reticente en un principio, aunque posteriormente se sumó de manera entusiasta. Difícil saber qué cálculos hicieron, pero erraron y las consecuencias las pagará la ciudadanía. A pesar de ello, nadie se plantea dimitir; otro rasgo más de esa cultura política.