Al estribillo

Al estribillo, venga, todos a cantar al cordero que quita los pecados del mundo. Que un tribunal de la Audiencia Nacional declare absuelto al mayor Trapero, ha sido uno de esos hitos políticos que hacen que hasta a la banda del dubitativo Casado le tiemblen las piernas. Se puede recurrir la misma, se recurrirá y puede llegar a otra instancia en donde los halcones puedan vengarse, pero por el camino, en estos precisos momentos que escribo mientras el pistolero de Amurrio demuestra de manera fehaciente, pública, que es un ultra sin bagaje político más allá de las doctrinas bebidas en el desayuno familiar con adhesión inquebrantable al régimen franquista, el terremoto interno en toda la estrategia montada por la banda de Mariano Rajoy y Fernández Días en colaboración con otros y otras, está provocando pánico.

La sentencia ha salido en fecha adecuada, para rememorar situaciones inverosímiles vividas en Catalunya, horas antes de esta moción de censura aberrante de Vox cuyo secretario general y abogado que llevó a los tribunales como acusación particular a los políticos catalanes encarcelados, dijo en televisión que en el franquismo había elecciones. Pero que las ganaba el régimen. No se puede ser más impresentable. Pues este señor, apoya a Almeida en Madrid, por si se les olvidaba.

Así que vamos a cantar el estribillo de todas estas canciones que íbamos tarareando, pero que deja al coronel golpista de la Guardia Civil, Pérez de los Cobos, coordinador de los piolines como el gran mentiroso, el peligro real para la endeble democracia española que se inventó acusaciones que firmaron sus subordinados con afición. Este coronel es el que se sacó de en medio Marlasca hace unos meses con gran barullo mediático. Todo el procés judicial se tambalea. Y falta Europa. Al estribillo.