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LUIS MARI ELUSTONDO
PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN VASCA DE FÚTBOL

«Euskal Selekzioa tiene que estar en el escaparate, si no vamos a desaparecer»

Tras ocho años en el cargo, Elustondo se muestra orgulloso de la labor realizada y descarta volver a presentarse. Espera celebrar las elecciones en fechas navideñas, aunque se puedan retrasar hasta el primer trimestre de 2021 por la pandemia.


La selección vasca volverá a disputar un partido el próximo lunes contra Costa Rica. No juega desde el empate a cero cosechado en mayo de 2019 en su visita a Panamá. Elustondo admite las dudas que han tenido por la pandemia y la falta de público, pero asegura que cuenta con el visto bueno de los equipos y el apoyo de los jugadores.

¿Cómo surgió la oportunidad de organizar un encuentro en la ventana FIFA?

Empezamos hace unos meses con un grupo de trabajo en el que había gente de la Federación, del mundo del fútbol, incluso algún jugador, para diseñar una estrategia cara al futuro de la selección vasca. La intención es despertar aquellas ilusiones pasadas, que por una razón u otra se han ido apagando. Para ello la Euskal Selekzioa tiene que estar en el escaparate porque sino vamos a desaparecer. Casi todas las selecciones van a jugar en estas fechas, aunque sea a puerta cerrada. Y tras reunirnos con el Gobierno Vasco, los clubs y jugadores representantivos de Primera, contamos con un respaldo unánime pese a las reservas que teníamos todos por la pandemia y tener que jugar sin público. La Federación vasca es la que asume el riesgo del contrato y creo que vamos a conseguir cubrir los gastos con aportaciones de entidades como Kutxabank, subvenciones de alguna institución o lo que recibamos de ETB por la retransmisión.

¿Por qué contra Costa Rica y en Ipurua?

Al comenzar con estos movimientos nos ofrecieron alguna selección y entendimos que Costa Rica era la más atractiva. Además, era la que que más a mano teníamos porque van a jugar a Austria contra Qatar y después vienen a Bilbo. La idea es jugar en Eibar ya que al ser a puerta cerrada Ipurua tiene mucho menos gasto que otros estadios más grandes. Asimismo, la actitud del club ha sido muy positiva y muy colaboradora ya que estaban encantados de que vaya la Euskal Selekzioa.

Ha mencionado el respaldo de los jugadores a la iniciativa.

Hay un grupo de veteranos con experiencia que están muy identificados con la selección tricolor. Vienen a gusto y con ganas de jugar el partido. Lo que nos toca es reconquistar a la juventud, a esos jugadores que están empezando su carrera para que vayan cogiendo la antorcha de la selección.

¿Y qué postura tienen los clubes o el Gobierno de Gasteiz?

Mantenemos buenas relaciones con los cuatro equipos de lo que es la CAV y también con Osasuna, aunque sea ‘políticamente incorrecto’, y con equipos de Ipar Euskal Herria. De hecho, intentamos convocar a cualquier jugador vasco y no tenemos fronteras para ir a buscar a nuestra gente. En cuanto al Gobierno Vasco, aunque sea la Federación la que mueva los hilos, tenemos contactos y fluidez porque no puedes andar solo por la vida.

El último intento de jugar fue ante Argentina y se remonta a 2019, ¿ha superado el fiasco que supuso la suspensión?

Fue un cúmulo de errores y de mala suerte. Afortunadamente no hubo ningún gasto. De forma unilateral los argentinos rompieron el acuerdo porque entendían que habíamos filtrado puntos del contrato. Cuando hay tantos directivos y tanta gente que está involucrada es imposible que no se filtren comentarios. Parece que eso molestó a los argentinos, aunque creo que estaban barajando otras alternativas. Me llevé un gran disgusto y fue lo peor que me ha pasado en la Federación.

¿Han intentado encontrar un rival de ese nivel?

Quisimos traer algo para marzo. Sin embargo, debido a la pandemia fue imposible. No se podía negociar con nadie. Y ahora también ha sido muy difícil.

¿Qué le parece la propuesta del seleccionador vasco Javier Clemente para enfrentarse a España antes de la Eurocopa en San Mamés?

Es una idea que se barajó y se tomó en serio. No era solo una propuesta de Clemente, también los demás teníamos esa inquietud de intentar aprovechar que venía la selección española a San Mamés. Pero en Madrid la tiraron a la papelera.

¿Qué razón les dieron?

Está claro que cada uno tenemos una identidad y lo que para nosotros es competir entre dos naciones, a ellos les parece molesto o peyorativo. No sé como llamarlo. Creo que es muy difícil que la selección española hoy por hoy juegue contra la selección vasca. También es verdad que se van avanzando pasitos y que hay un acuerdo en Madrid que dice que van a facilitar la presencia del deporte vasco de forma más oficial. Parece que el Gobierno de Pedro Sánchez ha aceptado esta cláusula, aunque también es verdad que dicen que sí a casi todo y luego ya se verá lo que cumple. Aun así, no perdemos la esperanza de que algún día seremos oficiales y nos dejarán entrar en competiciones. Lo triste es que va a ser lento y nos va a costar tiempo, pero no tengo ninguna duda de que nuestros hijos o nietos lo van a ver.

En diciembre de 2018 se aprobó en una Asamblea celebrada en Durango reclamar la oficialidad en UEFA y FIFA, ¿se ha dado algún paso en ese sentido?

Tenemos pendiente acudir a presentar la solicitud en Suiza. Sabemos que cuando se haga el trámite se enviará a Madrid y lo negará. Tenemos que dar ese paso y el que venga a la Federación tendrá que seguir peleando. Estábamos para ir en primavera, pero al estar todos confinados está el tema pendiente. También es verdad que en su día se generó un malestar tremendo en Madrid en la Junta que dirige Luis Rubiales. Afortunadamente, el acuerdo antes mencionado entre los gobiernos vasco y español parece que nos abre una pequeña ventana para seguir por ese camino sin ser repudiados por nadie. Porque estamos dentro de una legalidad y de un derecho que podemos ejercer. Y estoy convencido de que el resultado que queremos, antes o después se obtendrá.

¿Ese fue el motivo por el que presentaron la dimisión representantes de la Federación vizcaina y alavesa?

Quisiera saber cuál era el problema. De un tiempo a esta parte la Federación vizcaína se puso contra la Federación vasca a la que yo creo que no reconoce ni quiere colaborar porque tienen unos derechos pactados por los que disponen de un número de vocales y directivos mayor que Gipuzkoa o Araba. Tienen la mayoría simple solo con Bizkaia. Y claro, en aquella ocasión quiso involucrar de testaferro a Araba y les salió mal. Pedro María Solaun tuvo que dimitir de la Federación alavesa y se marchó. Ha habido elecciones nuevas, ahora tenemos un nuevo presidente, que además creo que es un hombre del fútbol y muy competente, que es Kepa Arrieta. Lo primero que ha dicho es que va a colaborar con la Federación vasca y lo está haciendo. Intentaron obligarme a convocar elecciones anticipadas, pero no les salió bien porque resulta que los dos presidentes territoriales de Bizkaia y Araba no podían dimitir porque no eran cargos electos, sino cargos estatutarios. Y es que si no dimitían de la presidencia de la territorial no pueden dimitir de la vasca. Hubo un informe jurídico que no aceptaba la dimisión de estas dos personas y pude seguir y nombrar nuevos directivos. Lo que sí que podemos decir es que el presidente de la vizcaina -Iñaki Gómez Mardones- no viene a las reuniones ya que de 37 que hemos hecho tan solo ha venido a 7 en estos cuatro años. Esa es la colaboración que aporta Bizkaia a la Federación vasca.

¿El problema es la petición de la oficialidad?

En este momento el presidente de la vizcaina es miembro de la Junta Directiva de la española en Madrid y está en alguna comisión. Imagino que Rubiales le sacaría una tarjeta amarilla, digo por decir, no lo sé. A mí sí que Rubiales me echo una bronca tremenda por convocar la asamblea de Durango y me pidieron que no acudiera, que me ponga enfermo o recurriera a lo que sea. Evidentemente no hice caso. Cuando se votó en la Federación vasca hubo alguno en contra y vino desde Bizkaia.