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JO PUNTUA

Para Reyes, una retroexcavadora


A finales de 2019 Mercedes-Benz Vans anunciaba su intención de reducir los costes de personal, decisión que afectó a la planta de la multinacional en Gasteiz. Reducción de costes de personal o flexibilización de plantilla es como la patronal y algunos sindicatos llaman al despido de trabajadores. Al parecer, la flexibilidad que siempre se aplica por el bien de la empresa cuyo principal objetivo de sus dueños no es otro que el de crear puestos de trabajo y el bienestar de sus asalariados, no sentó muy bien en algunos flexibilizados por el pilates patronal. Unos rígidos, más partidarios de la Zumba como disciplina.

Un año con el rum rum de la flexibilidad aplicada sobre su cuerpo y lo que conlleva la precariedad laboral: miedo a un presente atenazado por la amenaza de un futuro oscuro; una vida sin control por parte del sujeto, vértigo ante un mañana incierto.

Hace escasos días los comités de empresa de Mercedes-Benz de Gasteiz denunciaban la decisión unilateral de la dirección de imponer un nuevo modelo de trabajo (de 2,5 turnos) para maximizar beneficios y que dejaba en la calle, o sea, ‘‘flexibilizaba’’ a un 15% de la plantilla.

Algo pasaría por la cabeza de aquel ex operario, que es como los amos gustan de llamar a los que tienen que vender su fuerza de trabajo para subsistir. Algo determinante que le llevó a procurarse una retroexcavadora para ajustar cuentas con quienes le habían arrebatado la plusvalía producida durante dos años, de manera legal ni que decir tiene, no en vano las leyes las hacen ellos. Y conducirla los 21 kilómetros que separan Legutio de Gasteiz, en toque de queda y un nivel 4 de alerta antiterrorista reforzada por la Navidad. A 40 km/h, dispuso de media hora para la reflexión: «Estoy en paz conmigo mismo. Me jode por la familia, por la pareja y por mi perro, que no lo voy a volver a ver». «Voy a reventar la Mercedes y todo lo que pueda por el camino».

Es que esa no es la solución. Vale… ¿y?