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CRISIS EN EL GOBIERNO NAVARRO

Mikel Irujo sustituirá a Manu Ayerdi, que sigue agarrado a su Consejería

La investigación judicial abierta contra Manu Ayerdi por el «caso Davalor» le ha dejado con un pie fuera de la Consejería. Los abogados del consejero de Desarrollo Económico sostienen que no tiene la consideración de «investigado» aún, pero es una interpretación difusa. La propia Geroa Bai ya ha designado a su sustituto, Mikel Irujo.


Manu Ayerdi está alargando su despedida de la Consejería de Desarrollo Económico del Gobierno navarro confiando, casi, en un milagro. El TSJN le citó ayer para leerle sus derechos después de que la querella que interpuso UPN por los préstamos a Davalor haya pasado el filtro del Tribunal Supremo. Según los abogados del consejero, el acto de ayer no supone que Ayerdi pase a ser «investigado», momento en el que por ley debe de abandonar el Gobierno. Y, aconsejado por ellos, no dimite.

La defensa del consejero ve un resquicio para que el caso se sobresea, pero es tan mínimo que su sustituto ya tiene nombre y cara. Se trata de Mikel Irujo, director general de Acción Exterior y que la pasada legislatura ejerció como delegado del Gobierno navarro en Bruselas. Anteriormente, fue parlamentario europeo por EA, partido del que se fue desvinculando conforme avanzaba el acercamiento hacia la izquierda abertzale.

La no marcha de Ayerdi genera ciertas tensiones en el Gobierno. El PSN estaría bastante más cómodo si se hubiera ido ya. Javier Esparza, líder de UPN, apunta directamente a la cabeza de María Chivite, pues la Ley de Buen Gobierno indica que, si Ayerdi adquiere la condición de «investigado», debe dimitir o ser cesado. Con este artículo en la mano, Esparza amenaza a Chivite diciéndole que, si no lo cesa, cometerá prevaricación.

En su día, Ayerdi se comprometió a dimitir él mismo cuando fuera un «investigado». Esta promesa deja a Chivite con las manos atadas, pues debe ser su consejero quien dé el primer paso. En otras palabras, Ayerdi le está generando un problema.

El todavía consejero es, sin duda, una figura clave dentro de la complicada política navarra, llena de equilibrios internos. Ayerdi fue el líder del Napar Buru Batzar que dio el visto bueno a la aventura de NaBai, instrumento que permitió al PNV alcanzar unas cotas de poder político como nunca antes, pues en Nafarroa el sentimiento de izquierdas y la identidad vasca están muy interrelacionadas.

Durante el Gobierno de Uxue Barkos, Ayerdi fue el gran número dos. Su presencia en el gabinete de Chivite era el principal nexo de continuidad entre un Gobierno y otro, después de que Barkos prefiriera marcharse al Parlamento y así no parecer segundona de nadie.

Ayerdi, en ambas legislaturas, supo rodearse de un gabinete eficaz y relativamente cercano al trato, mientras que él permanecía siempre inaccesible. El donostiarra es, desde luego, uno de los políticos más enigmáticos de la vida política navarra.

Oficialmente, dejó el PNV en el momento en que entró a formar parte del Ejecutivo de Uxue Barkos. Unai Hualde, su sucesor al frente del Napar Buru Batzar, que también es reservado a su manera, tiene unas formas de manejarse en política mucho más amables.

Ayerdi pasó a ser la única cuota del PNV dentro del Gobierno foral, dado que el resto de consejeros (Itziar Gómez, Ana Ollo y el vicepresidente José Mari Aierdi) decidieron a formar parte de Geroa Sozialberdeak, el partido liderado por Barkos que completa la coalición Geroa Bai.