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EDITORIALA

Sin credibilidad no es posible el liderazgo


Las explicaciones que dio anteayer la consejera de Sanidad, Gotzone Sagardui, en la comparecencia parlamentaria no acabaron de iluminar los aspectos más oscuros de la gestión de la campaña de vacunación, y por lo que se supo ayer, sirvió para ocultar su propia responsabilidad. Así, ofreció información sobre los mensajes intercambiados con el director del Hospital Santa Marina, José Luis Sabas, pero de forma incompleta. Ayer se conocieron las partes que omitió con el fin de dar a entender que desconocía cuáles eran los planes de los responsables del Hospital y así poder eludir su responsabilidad en lo ocurrido. Las frases que ignoró en el Parlamento de su cruce de mensajes con Sabas no dejan lugar a duda: la consejera conocía los planes de la dirección de ese centro.

Pero ese deliberado ocultamiento es todavía más grave porque la responsable política de Sanidad faltó premeditadamente a la verdad en sede parlamentaria y lo hizo además en una situación excepcional, en la que se está pidiendo a la ciudadanía que haga enormes esfuerzos para evitar que la pandemia siga causando estragos. Se mire como se mire, la credibilidad de la consejera de sanidad ha quedado en entredicho. Y una persona sin credibilidad difícilmente va a poder liderar la salida a la actual crisis sanitaria. Así lo entendieron ayer todos los grupos de la oposición, que tras conocer la maniobra de la consejera reclamaron su dimisión. Petición a la que se sumaron posteriormente todos los sindicatos de Osakidetza, que ayer estaban en huelga para denunciar los problemas estructurales que arrastra el sistema de salud y la total ausencia de planificación, tal y como ha quedado de manifiesto con el desarrollo de la campaña de vacunación contra la covid-19.

La pandemia está dejando al descubierto las debilidades estructurales que arrastra Osakidetza. Sus gestores han agotado ya todo el capital del que disponían y siguen sin estar a la altura. Este país necesita un servicio público de salud potente para superar la actual crisis sanitaria y ello requiere liderazgos con la credibilidad intacta.