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Los Goya reconocen la pujanza del cine vasco y de las mujeres

La 35 edición de los premios de la Academia de cine estatal será recordada como la gala del Covid pero también como la ceremonia donde las mujeres reivindicaron su posición en la industria y donde el cine vasco reforzó su prestigio con varios premios para “Ane” y “Akelarre”, siendo la primera vez que un Goya de actuación en la categoría de protagonista (el de Patricia López Arnaiz) reconoció una interpretación realizada en euskara.


En un año complicado donde las industrias culturales se han visto ninguneadas siendo catalogadas como “actividad no esencial”, urgía celebrar, aunque fuera de manera sobria y telemática, la labor desarrollada por los profesionales de la cinematografía estatal por cuanto, como manifestó Antonio Banderas en su discurso inaugural «aun no siendo esenciales, igual sí que somos convenientes e incluso se nos podría meter en la categoría de los que quieren arrimar el hombro o echar una mano». En este sentido, la 35 edición de los premios Goya quiso ser un reconocimiento a los currantes del cine a esa gente que desarrolla su labor en condiciones casi artesanales. No es de extrañar pues el triunfo de producciones pequeñas, distribuidas de manera independiente, que son las que han dado contenido a las salas de exhibición en un año difícil para el sector en el que las majors y los grandes grupos mediáticos han preferido inhibirse y retrasar el estreno de sus mainstream.

Ese reconocimiento a los currantes del cine nos lleva inevitablemente a poner el foco sobre la cosecha de premios que recibió el cine vasco y es que, como manifestó a GARA, la diseñadora de vestuario Nerea Torrijos, primer Goya de la noche por su trabajo en “Akelarre”: «Si algo hemos demostrado los cineastas vascos es que somos gente muy creativa, trabajadora, echada para adelante y muy exigente con nosotros mismos. Ese carácter, unido a los estímulos que hay ahora mismo para la producción, creo que explican el momento dulce que vive nuestro cine». Nerea Torrijos fue la encargada de abrir la veda: de ahí en adelante fueron cinco Goyas para “Akelarre” (vestuario, maquillaje y peluquería, efectos especiales dirección artística y banda sonora) y tres para “Ane”.

La ópera prima de David Pérez Sañudo (que había conseguido el premio Irizar al cine vasco en Zinemaldia) fue la gran sorpresa de la noche, empezando por el Goya logrado por Jone Laspiur como actriz revelación: «Teniendo en cuenta la popularidad de Paula Usero y que durante la última semana El Deseo le había montado una campaña de promoción gratis a Milena Smit anunciando que sería la nueva chica Almodóvar, que le dieran el premio a Jone me parecía algo casi imposible», nos comentó David Pérez Sañudo tras la ceremonia, la madrugada del domingo. La actriz, por su parte, se mostró tan sorprendida al recibir su premio que reconoció haber tenido que «improvisar el discurso, ya que no me había preparado nada». En sus agradecimientos no se olvidó de incluir a sus compañeras de “Akelarre”, película de cuyo reparto también forma parte.

Visibilizando el euskara

Tanto Pérez Sañudo (que ganó, junto con Marina Parés, en la categoría de guion adaptado) como Laspiur creen que los premios cosechados por su película y también por “Akelarre” son un reconocimiento al cine vasco. «Yo sin los Moriarti o sin la gente de Txintxua probablemente hoy no estaría aquí. Ellos abrieron el camino para que el cine vasco tenga el prestigio que tiene. Me emociona, sobre todo, el cariño que notas fuera de Euskal Herria y lo bien que sintonizan con nuestras películas los espectadores de Madrid o de Barcelona, y la defensa de sus exhibidores para que la película sea vista allí en versión original», apuntó el cineasta de Gasteiz.

En ese sentido, destaca el hecho de que el Goya a la mejor actriz recibido por Patricia López Arnaiz sea el primero otorgado a un intérprete en categoría protagonista por un papel en euskara. «Creo que eso le da un valor añadido a este premio», reconocía la actriz visiblemente emocionada tras la gala en conversación con este diario: «Tres Goyas para nuestra película es una pasada. Después de recibir el mío y del discurso de agradecimiento, he subido un momento a la habitación y me ha entrado un tembleque y una llorera… Supongo que ahí es cuando he liberado ya toda la emoción contenida».

Este triunfo del cine vasco y, sobre todo, del cine hecho en euskara, fue valorado como un hito histórico por parte del consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, quien quiso destacar ayer el apoyo de Zinemaldia a la hora de dar visibilidad a nuestra cinematografía. El festival, por su parte, en una nota se prensa se congratulaba de que ocho películas presentadas en setiembre en Donostia hubiesen logrado dieciocho Goyas en la ceremonia de ayer.

Visibilizar

Junto al triunfo del cine vasco el otro gran dato de los Goya 2021 fue el reconocimiento a la posición alcanzada por las mujeres dentro de la industria del cine estatal. En esta edición, un 41% de las nominadas eran mujeres y durante la ceremonia se vivieron varios hitos. Aránzazu Calleja y Maite Arroitajauregi se convirtieron en las terceras mujeres nominadas en la categoría de música original y en las segundas (tras Eva Gancedo, en 1998) en recibir el galardón.

«Tenemos que conseguir hacernos más visibles –nos comentaba Arroitajauregi (Mursego)–. Somos la mitad de la población y si no nos contamos nosotras ¿Quién va a hacerlo?».

La boliviana Daniela Cajías, por su parte, primera mujer nominada a la dirección de fotografía, se hizo con el Goya por “Las niñas” rompiendo una nueva barrera. La película de Pilar Palomero, una reflexión sobre la educación sexual y sentimental de la mujer en la sociedad española mostrando las vivencias de un grupo de adolescentes en 1992, fue la triunfadora de la noche haciéndose también con los Goya a la Mejor Película, Mejor Guion Original y Mejor Dirección Novel. «Honestamente creo que se trata de la película más redonda del año junto con ‘El año del descubrimiento’», nos comentaba al término de la ceremonia David Pérez Sañudo, para quien ese empoderamiento de la mujer es una noticia excelente por cuanto «ellas están aportando una nueva mirada en el cine y esa mirada es muy necesaria porque también nos contagia a nosotros y porque nos está enseñando muchas cosas».