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Detienen a Áñez por el golpe de Estado que derrocó a Evo Morales

La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, fue detenida ayer en la localidad de Trinidad y trasladada en avión a La Paz en relación al golpe de Estado que derrocó a Evo Morales en 2019. Permanece en unas celdas de la Fuerza Anticrimen, a la espera de que se le tome declaración judicial sobre su participación en el golpe. La Fiscalía de La Paz pidió su detención junto a la de varios de sus ministros y colaboradores políticos y la de la antigua cúpula militar.


La televisión boliviana mostró ayer a Jeanine Áñez llegando al aeropuerto de El Alto, en la capital, momento en el que tildó de «ilegal» su detención en respuesta a preguntas de la prensa. Áñez fue detenida de madrugada en su domicilio, y junto a ella, que no estaba esposada, compareció el actual ministro de Interior, Carlos Eduardo del Castillo. La expresidenta de facto denunció como «un acto de abuso y persecución política» las detenciones ordenadas por la Fiscalía de Bolivia en la que también fueron detenidos sus ministros de Justica, Álvaro Coímbra, y el de Energía, Rodrigo Guzmán.

La Fiscalía de Bolivia emitió las órdenes de detención por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración. Áñez los rechazó: «me acusan de haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió. La persecución política ha comenzado. El MAS (Movimiento al Socialismo, partido gobernante) ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones».

También los jefes militares

Las medidas de la Fiscalía también afectan a cinco miembros del gabinete de ministros de Áñez, como al exministro de Gobierno, Arturo López y al exministro de Defensa, Luis Fernando López, que residen actualmente en EEUU. Además de los exfuncionarios políticos del período de Áñez, las órdenes de detención también se dirigen hacia la cúpula militar que la aupó, en concreto contra el almirante Palmiro Jarjuri, quien era comandante de la Armada; contra Jorge Gonzalo Terceros, excomandante de la Fuerza Aérea, y contra el general Gonzalo Mendieta, excomandante del Ejército. Un dato muy significativo y que puede traer consecuencias imprevisibles.

Morales presentó su dimisión después de que el entonces jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el comandante de la Policía, Yuri Calderón, se lo «solicitaran». Kaliman está también en la lista de detenciones por su presunta participación en el golpe de Estado.

Previamente a las órdenes de detención de la antigua cúpula militar, la policía detuvo a Flavio Arce, miembro del Alto Mando junto a Kaliman y jefe del Estado Mayor en noviembre de 2019. La Fiscalía señala que debió haber detenido a Kaliman por «haber pedido públicamente la dimisión» de Morales.

«Que se investigue y sancione a los autores de la dictadura»

El expresidente de Bolivia y actual dirigente del MAS, Evo Morales, pidió tras la detención de la exmandataria de facto Jeanine Áñez, que asumió en el gobierno tras su derrocamiento en noviembre de 2019, «que se investigue y sancione a los autores y cómplices de la dictadura que saqueó la economía y atentó contra la vida y la democracia en Bolivia». Mediante un mensaje en Twitter exigió justicia y verdad «para las 36 víctimas fatales, los más de 800 heridos y más de 1.500 detenidos ilegalmente en el golpe de Estado».

Cabe recordar que desde la comisión de Justicia Plural del Congreso de Bolivia se solicitó el enjuiciamiento de Jeanine Áñez por «delitos de lesa humanidad» al ordenar la represión de personas que se manifestaban contra el golpe de Estado que derrocó Evo Morales. Uno de los argumentos centrales de la solicitud es el decreto de Áñez que ordenó la incorporación de militares en la represión de las manifestaciones, liberándolos anticipadamente de eventuales responsabilidades penales. GARA