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FALTAN DOS DÍAS PARA LA FINAL VASCA DE COPA

Unai Simón y Remiro, dos porteros forjados con el molde del ‘Txopo’

Compañeros de equipo hace unas temporadas, Unai Simón y Remiro se verán las caras en la final defendiendo la portería de Athletic y Real. Su actuación puede ser determinante para alzar la Copa, sobre todo si el partido se resuelve a penaltis. Al hablar sobre ellos, Iribar destaca el buen trabajo que se hace en las categorías inferiores rojiblancas.


«En un equipo es importante contar con goleadores, pero también es necesario tener un portero de garantías». Son palabras de Jose Angel Iribar, mito del Athletic y uno de los grandes porteros de todos los tiempos. Campeón de Copa en el 69 y en el 73, despuntó desde sus inicios y se ganó los corazones de los aficionados en la derrota en la final del 66 contra el Zaragoza cuando se popularizó el cántico de «Iribar, Iribar, Iribar es cojonudo, como Iribar no hay ninguno».

Renombrado como ‘Txopo’ sigue despertando admiración y su leyenda es una de las razones por las que se concede tanta importancia al portero en la estructura del Athletic. Desde pequeño se inculca la admiración por el guardameta en el entorno rojiblanco y no es de extrañar que se cuide con mimo su formación. Salvo que algún percance de última hora lo impida, los dos porteros llamados a ser titulares en la final vasca pasaron por la escuela de Lezama.

Remiro y Unai Simón se conocen desde hace años, e incluso, coincidieron entrenando en el primer equipo rojiblanco en la temporada 2018-19. El fichaje de Kepa por el Chelsea a cambio de 80 millones causó un seísmo en el club y modificó por completo la trayectoria de ambos guardametas. Unai Simón regresó de inmediato de su cesión en el Elche y, el rechazo a renovar de Remiro y la lesión de Herrerín, le otorgaron la titularidad de forma inesperada.

El de Murgia respondió con creces y en su segunda campaña se afianzaba en el once. Por su parte, Remiro emprendió su camino en la Real, donde también ha alcanzado la titularidad. Iribar destaca que los dos porteros son «muy completos» y que tienen un «gran futuro por delante». Remiro tiene 26 años y Simón va a cumplir los 24 en junio. Ambos tienen una estatura similar, rondan los 1,90 metros, y por señalar alguna diferencia se puede decir que Remiro es más habilidoso para sacar el balón jugado y Simón es más seguro en las salidas por alto. Esta temporada han cometido errores, pero siguen siendo titulares indiscutibles.

Iribar destaca que los dos porteros son la prueba del buen trabajo que se hace en las categorías inferiores rojiblancas desde hace años. En los actos conmemorativos por el 50 aniversario de Lezama comentó que ya en los 70 empezaron a realizar entrenamientos específicos con el entrenador Milorad Pavic. En este sentido, rememoraba que la famosa fotografía con su parada tomada en un entrenamiento fue realizada por un aficionado rojiblanco en 1973.

Acierto y suerte en los penaltis

En su momento, el propio Iribar ejerció de entrenador de porteros en el club rojiblanco y hace unos años trabajó en Lezama Luis Llopis, actual preparador de Remiro en la Real. El conjunto txuri-urdin alzó su único título de Copa en 1987 gracias a la actuación en la tanda de penaltis de Arconada.

Iribar no tiene muy buenos recuerdos al respecto ya que en el 77 perdieron la final ante el Betis de esa manera. Fue él mismo quien falló el lanzamiento número 20 y otro portero vasco como Esnaola adivinó la trayectoria y lo detuvo. Por ello, prefiere que la final vasca se resuelva antes con goles, aunque cree que será con un marcador ajustado porque la igualdad es máxima.

Si se llegara a los penaltis, considera que depende más de la suerte y del acierto que de las condiciones de los porteros. Al respecto, resalta lo bien que se han acostumbrado los guardametas a la nueva normativa, que les obliga a tener que pisar la raya en el lanzamiento, y cómo están parando más que nunca.

Tanto Remiro como Simón han demostrado su capacidad para atajar penas máximas, aunque la Real cayó en la Supercopa ante el Barcelona y el Athletic pasó de ronda ante el Betis.

La cantera vasca

Los aficionados del Athletic, al igual que los de la Real, pueden reivindicar con orgullo el trabajo que se hace en sus respectivas canteras ya que gran parte de las plantillas finalistas están compuestas por jugadores que han pasado por sus categorías inferiores. En el caso del Athletic ronda el 80% y en la Real supone un 65%.

En ambos conjuntos cuentan con jugadores que se han formado en canteras de otros clubes vascos como Osasuna -Raúl García, Berenguer, Monreal y Merino- o el mismo Alavés desde donde llegaron a Lezama y Zubieta jugadores como De Marcos, Vesga y Ander Guevara. Sin olvidar al Eibar en el que se han curtido futbolistas como Yuri, Dani García y Capa.