La reunión turco-griega para limar diferencias acaba en una guerra verbal

Los ministros de Exteriores de Turquía y Grecia se enzarzaron en una guerra verbal ante la prensa sobre la delimitación de zonas exclusivas marítimas, la migración o las respectivas minorías, evidenciando las tensiones que la reunión previa había intentado reducir.

Tras un encuentro que debía limar diferencias entre Ankara y Atenas, los ministros de Exteriores griego, Nikos Dendias, y turco, Mevlüt Çavusoglu, intercambiaron acusaciones sobre casi todos los asuntos que enfrentan a ambos Estados.

En la primera visita ministerial después de dos años de tensiones alimentadas sobre todo por la pretensión de Turquía de explorar yacimientos de gas natural en el mar entre Creta y Chipre, en una zona que ambos países reclaman como zona exclusiva económica (ZEE) propia, los desacuerdos saltaron en público. La reunión comenzó en un tono cordial, aunque repasando las diferentes posturas, pero la comparecencia ante la prensa derivó en una guerra de palabras.

Cuando Dendias pidió a Ankara que respete la legalidad internacional para aspirar a entrar en la UE, acusó a su anfitrión de vulnerar la soberanía territorial griega y de no respetar la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, que define las bases de las ZEE, por lo que la Comisión Europea ha condenado las ambiciones turcas. «He hablado con amabilidad, pero Nikos está atacando a mi país delante de la prensa y no puedo aceptar estos insultos, tengo que responder», repuso entonces Çavusoglu, visiblemente enfadado. «La condena de la Comisión Europea no significa nada, porque la UE no tiene ningún papel ni jurisdicción respecto a zonas marítimas», insistió.

A su vez, cuando Çavusoglu acusó a Grecia de haber «tirado al mar a 80.000 migrantes» en el Egeo, Dendias contestó que después de lo ocurrido en febrero y marzo del año pasado (cuando las autoridades turcas facilitaron una oleada de migración hacia la frontera griega), Turquía no estaba en la posición de decir nada sobre migración.

La rueda de prensa terminó sin preguntas, con tensas sonrisas antes de la cena que rompe el ayuno de ramadán (iftar), a la que Dendias estaba invitado.