Rusia anuncia el repliegue de tropas de la zona fronteriza con Ucrania

Rusia anunció ayer el repliegue de tropas de la zona fronteriza con Ucrania en un momento de tensiones entre ambos países y de advertencias de la comunidad internacional por el aumento de presencia militar rusa en esta zona en las últimas semanas.

El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, quien estuvo presente en los ejercicios militares en la frontera sur y oeste de Rusia, ordenó el regreso de estos efectivos a su base a partir de hoy. Sostuvo que estas maniobras eran «un control sorpresa» para verificar «la respuesta adecuada» a cualquier cambio «en las fronteras rusas» y específicamente citó «desde Crimea hasta la costa marítima del suroeste ruso», según recogió la agencia rusa de noticias Sputnik.

Más de 10.000 militares, 1.200 unidades de armamento y material bélico y unos 40 buques de guerra y barcos de reaprovisionamiento han participado en ejercicios en Crimea.

Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acogió «con satisfacción» el anuncio ruso y declaró que esta acción conlleva una reducción «proporcional» de la tensión entre ambos países.

«La reducción de las tropas en nuestra frontera reduce proporcionalmente la tensión», manifestó en su cuenta de Twitter.

Advirtió de que Ucrania permanecerá «vigilante» aunque calificó el repliegue ruso como «un paso para disminuir la presencia militar y desescalar la situación en Donbass». Asimismo, agradeció el «apoyo» de sus aliados internacionales.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo que está dispuesto a recibir al presidente ucraniano en Moscú «cuando sea».

«Si se trata (de hablar) del desarrollo de las relaciones bilaterales, bienvenido sea. Recibiremos al presidente de Ucrania en Moscú cuando mejor le venga», dijo Putin al inicio de una reunión con el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.

El inquilino del Kremlin agregó que si Zelenski quiere conversar sobre el conflicto en el Donbass, entonces, en primer lugar, debe hablar con los representantes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Alegó que Rusia «nunca ha sido parte del conflicto». Criticó la propuesta del expresidente ucraniano Leonid Kravchuk para trasladar las negociaciones sobre el arreglo en Ucrania de la capital bielorrusa a Polonia, y aseguró que esta iniciativa es un intento de «enterrar definitivamente» el proceso negociador de Minsk. Lukashenko aconsejó a su homólogo ucraniano ser «más diplomático» y reunirse con los dirigentes de los separatistas del Donbass para hallar una solución. «También se puede conversar en el Donbass. Que se reúna con ellos», subrayó.