Palestina demanda a la ONU que detenga la agresión de Israel

Después de seis días seguidos de bombardeos, que han causado cerca de doscientas víctimas, muchas de ellas menores de edad, el ministro palestino de Exteriores pidió a la comunidad internacional que condene la agresión israelí y haga lo que esté en su mano para detenerla.

En una nueva jornada de bombardeos sobre Gaza, la sexta desde que comenzó este último ataque, que causó 42 fallecidos, entre ellos diez menores, y elevó a casi doscientos el número de víctimas, el ministro palestino de Exteriores, Riyad al Malki, denunció ante la ONU los ataques israelíes sobre la franja y demandó a la comunidad internacional que los condene y tome medidas para detener esta «agresión» y para acabar con el apartheid que aplica contra su pueblo el Estado de Israel.

«No hay palabras para describir los horrores que nuestra gente está sufriendo», dijo Al Malki en una intervención por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que se reunió de urgencia para abordar la crisis.

El jefe de la diplomacia palestina destacó el alto número de víctimas civiles, incluidos muchos niños y niñas, que están dejando los bombardeos israelíes en Gaza y acusó al mundo de ser, de algún modo, cómplice.

«Cada vez que Israel oye a un líder extranjero hablar de su derecho a defenderse, se envalentona para seguir asesinando a familias enteras mientras duermen», declaró, para preguntarse a continuación «¿Cuántos civiles palestinos asesinados hacen falta para una condena?».

Al Malki acusó a Israel de cometer «crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad», e inquirió qué tienen derecho a hacer los palestinos para resistir y defenderse: «¿Es terrorismo la violencia cuando la cometen los palestinos y defensa propia cuando la comete Israel?», preguntó ante la ONU.

Ocupados de forma indefinida

Al Malki enumeró una serie de medidas que la comunidad internacional podría tomar para frenar a Israel, desde el despliegue de fuerzas de protección a la imposición de un embargo de armas, y demandó al Consejo de Seguridad que asuma su responsabilidad para impulsar la paz. Según expuso, los palestinos han elegido la vía pacífica para lograr su independencia y libertad, pero no se puede esperar que vivan indefinidamente bajo una «ocupación ilegal» y el apartheid impuesto por Israel.

Por contra, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, responsabilizó a Hamás de las muertes, también las provocadas por su Ejército, mientras que su primer ministro, Benjamin Netanyahu, advirtió al término de la reunión de su Consejo de Ministros que su ofensiva «continúa a plena potencia».