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Críticas sobre Minsk por desviar un avión para detener a un opositor

Bielorrusia recibió una oleada de críticas desde la UE y sus socios después de que los servicios de seguridad del país desviaran un avión de Ryanair a Minsk para arrestar al opositor Roman Protasevich, en una operación con un supuesto aviso de bomba y un caza militar.


Bielorrusia envió ayer un caza que interceptó y desvió un avión de línea regular a bordo del que viajaba el opositor Roman Protasevich, que fue detenido al aterrizar en Minsk, lo que agudizó la hostilidad diplomática de varios países europeos. El medio opositor Nexta, del que fue redactor jefe Protasevich, explicó que el aparato, un Boeing 737 de la compañía Ryanair, provenía de Atenas y se dirigía a la capital lituana, Vilnius.

Las autoridades bielorrusas alegaron que el avión desvió su rumbo por una «alerta de bomba», mientras Nexta aseguró que agentes de seguridad bielorrusos a bordo, que alegaban que había un explosivo en el aparato, provocaron una pelea con el personal de Ryanair. Según fuentes opositoras, un caza Mig-29 interceptó el avión, que continuó el vuelo a Lituania horas después.

Lukashenko se enfrentó el año pasado a un movimiento de protesta durante semanas que movilizó a miles de personas, pero se fue diluyendo con el tiempo y tras la represión y el encarcelamiento de opositores.

El pasado mes de noviembre, los servicios de seguridad bielorrusos colocaron a Protasevich y al fundador de Nexta, Stepan Putilo, en la lista de «individuos implicados en actividades terroristas».

Nexta jugó un papel clave en las protestas coordinando las concentraciones, difundiendo consignas y compartiendo fotos y vídeos de la movilización y la represión. La detención de Protasevich provocó la inmediata reacción de países hostiles a Minsk, y marcará la cumbre que hoy comienza la Unión Europea que, a través de su representante diplomático, Josep Borrell, y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, exigió su libertad, condenando «una acción completamente inaceptable»

El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, acusó al Gobierno bielorruso de llevar a cabo «un acto abyecto» y exigió la liberación inmediata del opositor, al que Lituania ha concedido el estatus de refugiado. Además, instó a la UE y la OTAN a «reaccionar inmediatamente».

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegó a denunciar un acto de «terrorismo de Estado» y demandó «sanciones inmediatas» contra Bielorrusia. Alemania, Austria y el Estado francés se sumaron a las demandas y Gran Bretaña advirtió de «graves consecuencias».

Bielorrusia ya ha sido objeto de una batería de sanciones por parte de la UE, que extiende sus críticas también a Rusia. Lukashenko tiene previsto reunirse esta semana en Sochi con el presidente ruso, Vladimir Putin.