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Lukashenko ve legal su decisión y arremete contra Occidente

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, defendió ayer la legalidad de su decisión de desviar a Minsk un avión comercial en el que viajaba un periodista opositor, que fue detenido, y respondió con amenazas a la presión de los países occidentales, a los que acusó de traspasar las «líneas rojas» con sus críticas y sanciones. La Aviación Civil griega negó categóricamente que hubiera alguna amenaza en el aparato que volaba de Atenas a Vilna (Lituania).


Alexander Lukashenko calificó ayer de «legal» la decisión que tomó el domingo de forzar el desvío y aterrizaje en Minsk de un avión comercial por un supuesto aviso de bomba de Hamas, que resultó ser falso, y en el que fueron detenidos el periodista opositor Roman Protasevich y su novia rusa, Sofia Sapega.

«Actué legalmente para proteger a la gente» dijo ante las dos cámaras del Parlamento, donde indicó que el Gobierno envió un caza MiG-29 no para forzar el aterrizaje, sino para «acompañar el aterrizaje en caso de urgencia», ya que, salvo Minsk, «nadie quiso acoger el avión».

Las de ayer fueron sus primeras declaraciones desde el desvío del avión, que provocó la condena internacional y sanciones de la UE, que vetó los vuelos bielorrusos en sus espacios aéreos mientras la Agencia Europea de Seguridad Aérea recomendaba evitar el espacio aéreo de Bielorrusia. Ayer, un avión bielorruso que cubría la ruta Minsk-Barcelona tuvo que dar la vuelta cuando en Estado francés le negó su espacio aéreo, lo que fue calificado de «piratería aérea» por Minsk.

La Aviación Civil Griega negó categóricamente ayer que hubiera ninguna amenaza en el avión. «Es completamente falso, inexistente y totalmente engañoso». Y afirmó que mientras el avión se encontró en el espacio aéreo griego, ni la tripulación ni ninguna otra entidad informó de que existiera una amenaza.

«Somos un pequeño país, pero responderemos adecuadamente. (…) Antes de hacer movimientos no pensados han de recordar que Bielorrusia es el centro de Europa, y si aquí estalla algo, será una nueva guerra mundial», advirtió.

Subrayó que ante cualquier sanción o provocación, Bielorrusia responderá con dureza y añadió que compensarán las sanciones con acciones en otros merca- dos: «sustituiremos a la Europa que envejece inexorablemente con el Asia que crece impetuosa». Además, avisó de que su país puede debilitar el control sobre el tráfico de drogas y la migración ilegal y dejar que los europeos se encarguen del problema.

Europa y EEUU condenaron ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU lo sucedido y acusaron al país de «silenciar voces opositoras».