Las grandes damas de la novela dominan las lecturas de verano

Para visitar otros mundos no hace falta desplazarse físicamente. Eso lo saben bien los buenos lectores. Inmersos en esta ansiedad por viajar, entendible por demás, nada mejor que un libro para acompañarnos, vayamos o no a algún sitio. En las últimas novedades en euskara y castellano de este trimestre, la voz de las mujeres se alza con fuerza.

Después del fenómeno editorial de “El cuento de la criada” (también publicado en euskara, “Neskamearen ipuina”, por Txalaparta en 2020) y su secuela “Los testamentos”, la editorial Salamandra continúa la recuperación de lo mejor de la obra de la gran autora canadiense, dos veces ganadora del premio Booker, Margaret Atwood. De la reina de la distopía feminista se publica por primera vez completa en castellano su visionaria trilogía sobre el fin del mundo, titulada “MaddAddam” y editada originalmente en 2003, 2009 y 2013. Ahora, primero se ha reeditado en junio “Oryx y Crake”; el pasado jueves salió “El año del Diluvio” –una ficción sobre la amistad de dos mujeres que sobreviven a la extinción del planeta–, el 14 de octubre llegará a las librerías “MaddAdam”, actualmente descatalogada.

Todo lo que ella escribe es bueno. La voz literaria de los indios americanos, Louise Erdrich, desciende de emigrantes franceses y alemanes y de nativos americanos de la tribu ojibwe, y esta diversidad cultural heredada se refleja vivamente en su creación literaria. Ha ganado todo lo que se pueda ganar; lo último, el Pulitzer de este año con “El vigilante nocturno” (Siruela). Basada en la historia de su abuelo, narra la historia de Thomas Wazhashk, vigilante nocturno de la primera fábrica inaugurada cerca de la reserva india de Turtle Mountain (Dakota del norte) y prominente miembro del Consejo Chippewa. Wazhashk lucha contra un nuevo proyecto de ley, donde se restringen aún más la libertad y los derechos de los nativos americanos sobre su tierra, la base de su identidad.

También estadounidense, aunque instalada en Europa, la prolífica Donna Leon va a libro por año. Con “Esclavos del deseo” (Seix Barral), llega al caso número 30 de su emblemático comisario Brunetti. Sigue situando su saga en la ciudad de los canales, aunque ella haya tenido que “emigrar” a un pueblecito de Suiza, expulsada por la turistificación de Venecia. La historia se desata cuando el comisario investiga a dos jóvenes venecianos, sospechosos por omisión de socorro a dos turistas estadounidenses que aparecen gravemente heridas tras un accidente en un paseo nocturno en barca; de trasfondo la inmigración y la esclavitud sexual en Europa. «Escribí sobre el problema de la esclavitud sexual de las mujeres ya en el cuarto libro –explica Leon en su presentación a la prensa–. Hace 26 años ya estaba dando voz a estas mujeres engañadas con la promesa de un trabajo que acaban prostituyéndose contra su voluntad. Y resulta que casi tres décadas después se está haciendo lo mismo con las mujeres de una raza distinta, de otra nacionalidad, por parte de hombres de otra nacionalidad también, pero es el mismo patrón. Está pasando en Europa y no se está haciendo nada».

Detectives del país

Tres décadas es también lo que lleva de andadura sobre sus espaldas Amaia Ezpeldoi, la atípica detective creada por Itxaro Borda, una de las grandes damas de la literatura en euskara que, en “Euri zitalari esker” (Susa), cierra una saga muy noir, repleta de ironía y temas sociales de candente actualidad. Aunque Amaia Ezpeldoi no se sabe si podrá por fin retirarse a la Arcadia soñada de Zuberoa, este último caso que le lleva de Donibane Garazi a los bosques del Baztan. ¿Se jubilará definitivamente?

Erein está metida a completar la biblioteca dedicada a Toti Martinez de Lezea, una de las superventas de las letras vascas. Acaba de reeditar dos de sus títulos (“La Comunera” y “La herbolera”) y está a punto de salir a la venta, “Euskal Herriko leiendak / Leyendas de Euskal Herria”, una reedición de un libro firmado por la escritora alavesa y el ilustrador Juan Luis Landa, en el que se recogen 65 leyendas siguiendo las recopilación de Joxe Miel Barandiaran, con mapa incluido para que encontrar el origen de cada leyenda.

Por cierto, un apunte: somos prolíficos en el género negro, Un ejemplo es Mikel Santiago, un superventas novedad con “En plena noche” (Ediciones B), donde Diego Letamendia, una estrella de rock en declive, regresa al ficticio pueblo de Illumbe (Mundaka). El otro ejemplo es la presencia el día 13 en la Semana Negra de Gijón del grupo de autores editados por Erein en “Novela negra Made in Euskadi”, con nombres como Noelia Lorenzo (“Chamusquina”), Laura Balagué (“En el otro bolsillo”), y Jon Arretxe (“Desconfía”).

Y, con permiso, una última novedad que no es ficción, pero sí rabiosa actualidad. La escritora feminista Anna Freixas publica en agosto “Yo, vieja. Apuntes de supervivencia para seres libres” (Capitán Swing), un recorrido por los derechos humanos en la vejez y, concretamente, de los derechos de las mujeres.

Unas lecciones sobre antirracismo y colonialismo

Lo cierto es que este fin de temporada nos deja muchos libros que analizan el racismo. El afroamericano Nana Kwame Adjei-Brenyah es considerado como uno de los cinco mejores autores menores de 35 años por la National Book Foundation. En los doce relatos de “Friday Black” (Libros del Asteroide) relata lo que ocurre cuando un hombre amplía o reduce su negritud en función de su vida social, o se va hasta un parque temático en el que racistas juegan a tomarse la justicia por su mano.

En el ensayo “Dignidad o muerte. Ética y política de la raza” (Txalaparta), del franco-estadounidense Norman Ajari, se reflejan los inicios del movimiento Black Lives Matter. También es un ensayo “Racismo, clase y el paria racializado” (Katakrak), del profesor de sociología Satnam Virdee, que apunta al uso de la raza como elemento de opresión de la clase obrera y desmonta la idea de que Inglaterra está formada por varones obreros y blancos. “Historia de las revueltas panamericanas” (Katakrak), de Cyril Lionel Robert James, es el relato por antonomasia de la resistencia negra a nivel global a través de un crónica que no sale en los libros de historia. Militante, activista e intelectual, Cyril Lionel Robert James fue un pionero de la causa negra.A.E.