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Varias regiones etíopes se suman al conflicto de Tigray


El conflicto de Tigray amenaza con extenderse a toda Etiopía, después de que el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) rechazara el alto el fuego del Gobierno y varias regiones hayan preparado a sus fuerzas para hacerle frente.

Las autoridades de la adyacente región de Amhara han anunciado que sus fuerzas pasan a postura ofensiva ante los avances del TPLF, pese al alto el fuego unilateral decretado a finales de junio por el Gobierno central de Etiopía. El portavoz de las autoridades regionales, Gizachew Mulune, resaltó que la decisión se adoptó «ante la invasión a gran escala» y que se trata de «un asunto de supervivencia».

Amhara es aliada de las fuerzas gubernamentales en la ofensiva lanzada en noviembre de 2020 contra el TPLF y las palabras de Gizachew llegaron después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, acusara al TPLF de llevar a cabo ataques contra corredores humanitarios en el país y de reclutar a niños soldado.

El Gobierno etíope anunció a finales de junio un alto el fuego unilateral horas después de que los milicianos irrumpieran en la capital de Tigray, Mekelle. El grupo rechazó el anuncio, que tildó de broma y aseguró que continuaría con sus avances, amenazando incluso con irrumpir en Eritrea.

Además, otras tres regiones etíopes anunciaron el despliegue de tropas para apoyar al Ejército federal en Tigray, Oromia, Sidama y la Región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur (SNNPR).

El conflicto ha provocado miles de muertos y de millones de desplazados. Según la ONU, más de 400.000 personas ha franqueado el umbral del hambre en Tigray.