GARA Euskal Herriko egunkaria
EDITORIALA

Hay que repensar la manera de fabricar


La dirección de Mercedes-Benz Gasteiz informó ayer a la plantilla de que volverá a parar la producción la próxima semana y que esta decisión afectará a los tres turnos. Las más de 5.000 personas de la plantilla habían vuelto al trabajo este pasado lunes, tras el cese de actividad iniciado el pasado 29 de julio por la misma causa: la falta de suministro de semiconductores, esenciales para la fabricación de los vehículos que se construyen en la factoría vasca. Hay errores de cálculo y mucho más.

La automoción ha sido uno de los sectores que más ha sufrido la quiebra de las cadenas de suministros. Es un sector que además está inmerso en una reconversión acelerada, con el coche eléctrico y la conducción autónoma quemando etapas a mayor velocidad de la prevista. La pandemia ha propulsado algunos de esos procesos. En el contexto de sucesivas crisis del sistema y la emergencia climática, existe una gran incertidumbre sobre las tecnologías que serán hegemónicas, y dónde y cómo se desarrollarán. Todo ello hace de este sector un indicador relevante. Más en el caso vasco, donde es una industria vital.

La deslocalización, la externalización y la especialización en la producción son elementos definitorios del modo de fabricar en la globalización y el neoliberalismo. Basado en esquemas de abundancia y lucha de precios, ha sido un modelo muy rentable para algunas multinacionales, que han acumulado beneficios sin tener en cuenta los riesgos. Entre otras cosas, porque estos no afectaban tanto a sus empresas como al ecosistema económico de las naciones, los territorios y las comunidades, que perdían recursos y eran empujadas al monocultivo industrial. Por ejemplo, en este momento la industria europea está vendida: según los expertos no sabe fabricar esos componentes y según parece no tiene dinero suficiente ni para pujar a corto plazo ni para invertir a medio. En nombre de una falsa competencia se han perdido capacidades y soberanía productiva. Hacen falta apuestas serias y revolucionarias.