GARA Euskal Herriko egunkaria

Los talibanes afirman controlar todo el país tras sofocar la resistencia

Los talibanes aseguraron ayer que controlan ya todo Afganistán, tras afirmar haber capturado el valle del Panshir, a pesar de que el líder de la resistencia local, Ahmad Masud, llamó a levantarse contra el nuevo régimen. Mientras esta ofensiva talibán ha suscitado el primer reproche por parte de Irán, el nuevo régimen pidió el reconocimiento internacional para su nuevo Gobierno «interino» y apeló sobre todo a la cooperación y al reconocimiento de China.


Tras su fulminante victoria sobre las tropas gubernamentales en agosto y la retirada de EEUU, los talibanes buscaban sofocar la resistencia parapetada en el montañoso valle del Panshir, cercano a Kabul, y ayer aseguraron haberlo logrado.

«Con esta victoria, nuestro país salió por completo de la ciénaga de la guerra. La gente vivirá ahora en libertad, paz y prosperidad», afirmó el principal portavoz del movimiento, Zabihullah Mujahid.

Histórico bastión antitalibán, el valle del Panshir, famoso a finales de los años 80 por la lucha del comandante Ahmed Sha Masud antes de que Al Qaeda lo matara en 2001, ha sido el lugar donde se ha atrincherado al Frente Nacional de Resistencia (FNR), liderado por su hijo, Ahmad Masud.

Masud cuestionó el control de los talibanes e hizo un llamamiento a «levantarse por la dignidad, la libertad y la prosperidad» de Afganistán. El FNR afirma retener todavía «posiciones estratégicas» en la zona y continuar con su lucha.

Pero imágenes publicadas en redes sociales mostraban a los talibanes en las oficinas del gobernador de la provincia de Panshir y banderas del movimiento islamista ondeando por todos lados.

Condena de Irán

El portavoz talibán advirtió ante nuevos intentos de insurgencia y llamó a los antiguos efectivos de las fuerzas armadas a integrarse en las tropas de su régimen. «El Emirato Islámico es muy sensible ante las insurgencias. Cualquiera que intente iniciar una insurgencia será atacado con firmeza. No permitiremos otra», advirtió.

El FNR había reconocido fuertes bajas en combates durante el fin de semana y pidió un alto el fuego. El ataque talibán a este reducto motivó la primera reacción de rechazo de Irán, que condenó «firmemente» la ofensiva contra el valle del Panshir tras semanas en las que había evitado cuestionar las acciones de las nuevas autoridades afganas.

Mientras, los talibanes todavía trabajan en la confección de su Gobierno. Aunque su anuncio estaba previsto el pasado viernes, Mujahid explicó ayer que deben resolverse aún algunas cuestiones «técnicas» y aseguró que el nuevo Ejecutivo tendrá un carácter «interino» y se anunciará «en los próximos días». A pesar de las promesas de un Gobierno más «inclusivo» que durante su primer régimen, basado en una interpretación ultrarrigorista de la ley islámica, hay pocas expectativas de que sea así y se da por descartado que no incluirá mujeres, cuyos derechos fueron severamente laminados.

El portavoz talibán reiteró el deseo de mantener buenas relaciones con la comunidad internacional y que ésta reconozca oficialmente su nuevo Ejecutivo, y apeló sobre todo a Pekín.

«China es nuestro país amigo, nos han ayudado mucho y les hemos pedido que nos ayuden, que cooperen con nosotros, también solicitamos al Gobierno de China que reconozca oficialmente a nuestro Gobierno y mantenga relaciones diplomáticas con nosotros», afirmó.

Los talibanes brindaron a China la «cooperación y apoyo total para la seguridad» de sus proyectos económicos en la región.

Además pidieron ayuda a países y organizaciones internacionales, porque «el nivel de pobreza es muy alto», pero subrayaron que no están dispuestos a aceptar fondos acompañados de exigencias de Gobiernos extranjeros.

EEUU coordina su acción con Qatar, el emirato clave

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, llegó ayer a Qatar, país que se ha convertido en un actor clave, el principal interlocutor de los talibanes y el centro logístico para la evacuación de quienes quieren huir de Afganistán, al acoger a más de 55.00 refugiados. Blinken, acompañado por el secretario de Defensa, Lloyd Austin, cenó con el emir Tamim bin Hamad Al-Thani en el primer viaje a la región de altos cargos de EEUU desde que los talibanes tomaron el poder el 15 de agosto. Los qataríes fueron mediadores en 2013, a petición de Barack Obama. Después acogieron las negociaciones concluidas en 2020 entre el Gobierno de Donald Trump y los talibanes, más tarde entre estos y el Gobierno del derrocado Ashraf Ghani. Técnicos de Qatar dejaron ayer el aeropuerto de Kabul «casi listo» para la reanudación de vuelos internacionales y el país envió por tercer día consecutivo otro cargamento de ayuda humanitaria. Blinken no tiene planes de reunirse con los talibanes, pero se no descarta ese diálogo en el futuro. «No estamos en esa etapa», afirma Washington. De momento, cuatro estadounidenses salieron de Afganistán por tierra con el visto bueno talibán, los primeros desde la retirada. Blinken visitará mañana la base aérea de Ramstein en Alemania, que alberga a miles de afganos que se dirigen a EEUU y copresidirá una reunión virtual de ministros de veinte países. Austin, por su parte, visitará Bahrein, Kuwait y Arabia Saudí.GARA