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Ante un laborismo dividido, Starmer insta a superar la era Corbyn

En el cierre del congreso nacional, el líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, se esforzó por convencer a sus militantes de que puede llegar al poder pese a que los conservadores siguen por delante en las encuestas e instó a dar por cerrada la etapa de Corbyn.


En su primer gran discurso como líder del Partido Laborista británico, el jefe de la oposición en Gran Bretaña, Keir Starmer, llamó ayer a superar la etapa de Jeremy Corbyn al frente de la formación y desplegó un programa centrado en la recuperación económica.

Starmer asumió las riendas del partido en plena pandemia, por lo que el congreso anual laborista celebrado en Brighton ha sido su primera oportunidad para tratar de cautivar a unas bases que, según las encuestas, dudan de su madera para desbancar al primer ministro, el conservador Boris Johnson.

Acusado en ocasiones de haber sido tibio con el Gobierno, el líder laborista cargó contra Johnson y su falta de previsión para gestionar las consecuencias del Brexit y la crisis sanitaria. «Es un tipo vulgar (...), un embaucador que ya ha ejecutado el único truco que conocía. Su plan no iba más allá de las palabras ‘vamos a ejecutar el Brexit’. No tiene plan», subrayó.

«Pónganse al trabajo, o quítense de en medio y déjennos intervenir para arreglar las cosas», insistió entre aplausos Starmer, que quiere llegar al poder en las legislativas de 2024.

Así, desgranó una hoja de ruta con la que aspira a seducir tanto al mundo empresarial como a los votantes desencantados de las zonas posindustriales del norte de Inglaterra.

Su ideario se distancia de propuestas hechas por Corbyn como la nacionalización de las empresas ferroviarias y energéticas. Propone, en cambio, una mejora de la fiscalidad para las pequeñas y medianas empresas, que se sufragaría con impuestos sobre los gigantes tecnológicos «Mi trabajo como líder no es solo dar las gracias a los votantes que permanecieron con nosotros, sino comprender y persuadir a los que nos rechazaron», dijo Starmer en una crítica explícita a la anterior dirección aseguró que muchos simpatizantes laboristas se pasaron a los tories porque no veían «creíbles» las promesas del partido.

Momentum, una de las organizaciones que respaldó la llegada al poder de Corbyn, lamentó que «ha ofrecido pocas soluciones». Tampoco convenció al sindicato Unite, uno de los principales donantes del partido: «Si eres un miembro de Unite preocupado por el encarecimiento de la vida y las gasolineras vacías (...) no había mucho para ti en este discurso», dijo su portavoz.

Por contra, la Confederación de la Industria Británica, una de las principales patronales, celebró «el importante paso» dado por Starmer al haber «diseñado una agenda en la que puede encontrar terreno común con las empresas».