La lava del volcán de La Palma llega al mar y forma un delta de 500 metros

La colada de lava del volcán Cumbre Vieja, situado en la isla canaria de La Palma, alcanzó ayer el mar, nueve días después de comenzar la erupción, y terminó creando un «enorme delta» de aproximadamente medio kilómetro de ancho, mientras que el océano a su alrededor cambiaba de color.

La lava caía al mar desde una altura de unos cien metros por un acantilado situado en las cercanías de la playa El Guirre, en Tazacorte. En las inmediaciones de la zona se encontraba Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), quien explicó que solo en el momento de contacto entre el material volcánico y el mar se formaban pequeñas nubes de gases, que eran transportadas por el viento, pero que se diluían rápidamente.

Fraile añadió que también se había constatado una decoloración del océano, donde se unían áreas en turquesa y otras marrones, especialmente en la zona cercana a la lava.

Valoró que antes de la caída al mar de la lava, hubieran podido realizar una batimetría del «punto cero», en el que se acumula el material volcánico en forma de un abanico abierto. De las muestras recogidas, se llevó a cabo un análisis químico, biológico y microbiológico que será comparado con lo que se obtenga «del punto uno» y se sabrá cómo se comporta el océano ante un fenómeno como este.

Fraile señaló que «sí o sí» en Canarias se volverá a vivir una erupción volcánica, que la ciencia puede ayudar a minimizar sus efectos y recordó que se tienen experiencias recientes, como la de la erupción del volcán submarino de El Hierro. La actual es una oportunidad para conocer «una pieza más del puzzle» de estos procesos naturales y disponer de instrumentos más precisos «para adelantarnos a sus efectos», añadió el investigador.