Elzegi se aparta, pero hace falta aparcar el revanchismo

Aitor Elizegi ha puesto fecha al final de su mandato al ser consciente de que su presidencia generaba controversia en la masa social. Las razones son distintas y variadas, aunque hasta los más acérrimos coinciden en que los vaivenes discursivos han complicado su andadura. El propio Elizegi asumía que no ha sabido explicar su labor ni las propuestas que han realizado. El rechazo suscitado con los términos utilizados, sobre la ayuda solicitada a los socios por las pérdidas del coronavirus, son prueba de ello. Al igual que el culebrón de Llorente. Y es que el mensaje que se ha transmitido en muchos asuntos no ha sido nada edificante. El recado enviado a la anterior Junta en su última comparecencia es otro ejemplo: «Uno encuentra el equipo en descenso y lo deja en Europa, con tres finales, ese es nuestro objetivo. Otras juntas encuentran el equipo en Europa y te lo dejan en descenso». La frase con la que trató de defender su legado tiene muchísimas aristas, pero sobre todo son contraproducentes en la búsqueda del consenso en el club al reabrir las heridas de la última contienda electoral. El Athletic necesita pasar página y encontrar una figura que aglutine a la masa social. Los rivales no esperan y todavía quedan muchos partidos hasta la cita con las urnas.