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Cospedal se escuda en la causa judicial de Kitchen para callar en el Congreso

La ex secretaria general del PP se escudó en que PSOE y Podemos han recurrido la decisión judicial de excluirla de la causa judicial de Kitchen para argumentar que la causa sigue su curso y, por ello, no contestar a las preguntas en el Congreso sobre su supuesta implicación.


La ex secretaria general del PP María Dolores de Cospedal se escudó en el proceso judicial en curso para callar en la comisión parlamentaria sobre el presunto espionaje al extesorero del partido Luis Bárcenas, el conocido como caso Kitchen.

Cospedal lo justificó por estar pendientes varios recursos de la Fiscalía, el PSOE y Unidas Podemos, que piden su imputación en la Audiencia Nacional.

Cospedal volvió al Congreso seis meses después de su primera citación, que fue suspendida al conocerse ese mismo día su imputación en el procedimiento judicial. A pesar de ello, aquel día recorrió los pasillos del Congreso afirmando ignorar que la comisión estaba suspendida y dando a entender que estaba dispuesta a declarar sobre la operación presuntamente urdida en 2013 desde el Ministerio del Interior en busca de documentos de Bárcenas que podían comprometer al PP.

La exministra estuvo imputada casi dos meses, hasta que el juez decidió sacarla del procedimiento al descartar que hubiese ejercido un «liderazgo ideológico» en la operación, en contra del criterio de la Fiscalía y de acusaciones populares como PSOE y Podemos, que recurrieron esa decisión. Y es precisamente en eso en lo que se escudó Cospedal, que desde el primer momento anunció su voluntad de acogerse a su derecho de no declarar en respeto a la división de poderes y a su derecho de defensa.

Varios parlamentarios cuestionaron la decisión. A pesar de todo, no desistieron y fueron formulando, una a una, preguntas que esquivó la que fue secretaria general del PP entre 2008 y 2018, impertérrita, con rostro firme y brazos cruzados la mayor parte del tiempo.

Tres intervenciones

Solo en tres ocasiones rompió su silencio la exdirigente derechista. La primera de ellas fue precisamente para echar en cara a los diputados del PSOE y de Unidas Podemos que suspendieran su primera comparecencia en junio pese a su supuesta voluntad de declarar.

«Yo hubiera comparecido, no tenía por qué no declarar. Yo pensaba declarar pero me suspendieron la comparecencia», se justificó para después subrayar que no se trata de ninguna excusa, como le reprochó el diputado Felipe Sicilia (PSOE).

También rechazó tener «amnesia», como ironizó el portavoz de EH Bildu Oskar Matute. «No estoy amnésica ni nada por el estilo», respondió Cospedal, que aseguró que ya ha declarado ante el juez «y con mucho más rigor» sobre todo lo que se ha preguntado a lo largo de las veinticuatro sesiones de la comisión.

Pese a que Cospedal no dijo una sola palabra sobre el operativo parapolicial por el que estuvo imputada en la Audiencia Nacional, sí que mencionó los procedimientos judiciales que «le han quitado la razón» a Bárcenas, uno de ellos contra su derecho al honor. Igual que hizo en el juicio sobre el pago de parte de la reforma de la sede del PP con dinero de la Caja B, Cospedal evitó referirse al extesorero del partido como tampoco nombró al excomisario José Villarejo, núcleo de la Operación Kitchen y con quien mantuvo una serie de reuniones.

«Hay personas que mienten»

«Es verdad que hay personas que mienten y mucho, y que hacen trabajar a la Administración de Justicia que costeamos todos los contribuyentes», señaló.

Los diputados se quedaron sin respuesta a preguntas sobre las anotaciones que aparecen en las agendas de Villarejo, las veces que se reunió con él, por qué el comisario accedía por el garaje de la sede del PP; si le contrató o si jugó algún papel en la captación como confidente del chófer de Bárcenas a través de su exasesor, el policía Andrés Gómez Gordo.

Varios portavoces no dudaron de que tiene un «interés personal y de partido» en que el extesorero no pudiese demostrar que tenía documentos comprometedores para el partido.

«La duda no es si usted sabía de la Kitchen, sino cómo usted no está imputada», indicó el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, antes de recordar que aparece tanto en las agendas de Villarejo como en sus grabaciones y que varios imputados la implican.