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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Osakidetza y Osasunbidea cambian los protocolos instando al autocuidado

Tras constatar que la variante ómicron es la mayoritaria, tanto Osakidetza como Osasunbidea han cambiado los protocolos de actuación ante el coronavirus: a partir de ahora no se hará un seguimiento proactivo de las personas que han dado positivo si no son consideradas vulnerables. Otro intento de frenar el colapso de la atención primaria.


La consejera de Salud del Gobierno de Lakua, Gotzone Sagardui, confirmó ayer que la variante ómicron del coronavirus sigue extendiéndose por Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, siendo ya la mayoritaria puesto que su incidencia, que la pasada semana era de un 23%, se ha podido triplicar. A ello achacó que se esté produciendo una saturación del sistema sanitario, que, según indicó, se intentará aligerar reforzando la comunicación telefónica y vía web.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Sagardui explicó que cada día aparecen en torno a 3.000 positivos detectados mediante test de antígenos en farmacias y que en la web de Osakidetza se están tramitando unas 10.000 peticiones de cita por parte de contactos estrechos.

Esas cifras tan elevadas y la gran interacción social de estas jornadas navideñas ha obligado, según señaló, a una actualización del protocolo de detección del coronavirus, reforzando canales de comunicación y prestando una atención preferente a personas mayores, embarazadas e inmunodeficientes. Es decir, que Osakidetza va a «centrar sus esfuerzos en llegar proactivamente» a quienes den positivo en covid y pertenezcan a los colectivos vulnerables, y a quienes presenten complicaciones en su estado de salud.

Al resto de positivos no se les atenderá de igual forma, porque, según dijo, la mayoría de los casos presentan cuadros leves que solo precisan de aislamiento, reposo o antitérmicos como el paracetamol.

Sagardui también comentó que, gracias a la vacunación, en estos momentos la repercusión sobre la atención hospitalaria es porcentualmente menor que al inicio de la pandemia, aunque la presión sigue siendo «alta».

El Gobierno navarro, que presentó una estrategia muy similar, fue más explícito al vincular esta modificación de protocolos a la necesidad de evitar la saturación de la red sanitaria, en línea con lo que se está haciendo en otros lugares desde la base de que la nueva variante es más contagiosa pero más leve.

«La principal novedad a efectos prácticos de este replanteamiento del rastreo y testing radica en que, además de esa priorización selectiva, las pruebas diagnósticas se centrarán de modo sistemático en los casos sospechosos de covid-19 con cuadros clínicos»; es decir, con síntomas como fiebre de más de 38 grados durante más de tres días o intermitente, dificultad para respirar y tos repentina, tal como detalló Osasunbidea.

Asintomáticos y contactos

Así, las personas vacunadas que resulten contagiadas pero no tengan síntomas o estos sean leves recibirán la indicación de disminuir su interrelación habitual, llevar mascarilla y evitar contactos con vulnerables. En cambio, las no vacunadas tendrán que realizar una cuarentena estricta de diez días.

No obstante, ambos grupos deberán estar atentos a la posible aparición y evolución de síntomas de cara a contactar con el sistema sanitario.

Osakidetza indicó que, si solo hay síntomas leves, hay que aislarse en casa y rellenar el formulario en la web euskadi.eus o llamar al centro de salud para concertar una prueba diagnóstica. Y aportar un listado de las personas con las que se ha estado en las últimas 48 horas. Si el resultado es positivo, se recibirá un SMS con las indicaciones a seguir. En principio, habrá que mantener un aislamiento de diez días y solo se deberá poner en contacto con el centro de salud si se agravan los síntomas.

Quien sea contacto estrecho, deberá solicitar pruebas diagnósticas a través del formulario en la web. Si se está vacunado y da negativo, no es necesaria la cuarentena.

Los autotest, en los comercios de Ipar Euskal Herria

El sector de la gran distribución ha conseguido, de momento durante un mes, que los autotest para detectar en casa la covid-19 puedan venderse en los centros comerciales, cuando hasta ahora solo se dispensaban en farmacias. Esta es una de las últimas disposiciones adoptadas por el Gobierno francés para hacer frente a la pandemia que recogía ayer el Boletín Oficial.

El 1 de enero entrará en vigor otra medida que genera debate: el pago por «el uso de servicios de urgencias que no deriven en hospitalización». Esto ha provocado numerosas quejas de usuarios que consideran que se quiebra el principio de igualdad en el acceso a la sanidad pública. En cambio, desde estamentos oficiales se insiste en que solo se trata de una «simplificación administrativa». En el Estado francés se aplica el copago sanitario a prácticamente todos los servicios sanitarios, pero el cambio fundamental es que la Seguridad Social ahora solo correrá con el 80% del gasto si la consulta de urgencia deriva en hospitalización.Maite UBIRIA