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REAL

Oyarzabal y el trabajo sin balón rompen la mala racha

El capitán marcó el gol del triunfo en el inicio del partido y el equipo blanquiazul logró que el Celta no creara ninguna oportunidad.


REAL SOCIEDAD 1

REAL CLUB CELTA 0


La Real rompió ayer la mala racha de dos puntos en las últimas seis jornadas de Liga gracias a un gol de Mikel Oyarzabal en los primeros minutos y al gran trabajo defensivo de todo el equipo, que consiguió que el Celta no creara ninguna oportunidad de gol en todo el partido.

El equipo blanquiazul recuperó la línea de los primeros cinco partidos de Anoeta, en los que con cuatro goles sumó trece puntos. Le cuesta mucho marcar, tampoco genera tanto juego ofensivo, pero lo compensa con un buen trabajo sin balón en Anoeta, donde no ha encajado gol en seis de los diez partidos.

Es una Real diferente a la de temporadas anteriores, con menos caudal ofensivo. Ayer el gol lo consiguió en un balón recuperado por Rafinha. Lo dejó para Merino, que dio un gran pase a un Oyarzabal habilitado por Araújo. Al margen de esa jugada casi todo el peligro lo generó a balón parado gracias a la calidad del lanzador, Januzaj, con hasta cuatro remates claros, uno de ellos de Merino a la cruceta y otro de Aritz Elustondo con la ayuda de Hugo Mallo que entró a la portería y fue anulado por el VAR por fuera de juego.

La Real no generó mucho, pero el Celta no creó ningún peligro a pesar de que tuvo más posesión, sobre todo en el primer tiempo. Imanol quiso jugar más replegado y ceder la iniciativa al Celta para no desgastar a Rafinha, que debutó por la baja por covid de David Silva un día después de que el oriotarra dijera que no lo alineó en Leganés porque no lo veía para 45 minutos. El brasileño, con esa liberación de trabajo defensivo, aguantó ayer 78 y demostró su calidad.

Buen partido de los defensas

También agradeció la Real la vuelta de Aihen y la regularidad de sus centrales, con una buena acción de Le Normand para desbaratar una opción de Aspas. Lo peor fue la lesión de Isak, con un esguince de tobillo que obligó a Imanol, en ausencia de Sorloth por covid, a utilizar a Oyarzabal como delantero con un trabajo bestial que obliga a sus compañeros a estar a su altura.

La Real mejoró en el inicio del segundo tiempo y generó oportunidades suficientes para marcar el 2-0. No lo logró y eso dejó el partido abierto hasta el final, aunque el Celta nunca inquietó a Remiro sin que Coudet, que solo realizó dos cambios, encontrara soluciones a la incapacidad ofensiva de su equipo.

La Real supo manejar ese tramo final sin la ansiedad que podía ser comprensible en una mala racha y el triunfo le permitió dormir en puestos de Champions empatada con el tercero, el Betis, con un punto más que el Atlético, que visita al Villarreal, y el Barcelona, que empató en Granada, y tres más que el Rayo, rival de los verdiblancos.

Imanol: «El equipo merecía la victoria»

Imanol se mostró tras la victoria «muy contento porque este equipo lo merecía», pero lamentó no sentenciar antes: «Lo necesitábamos, pero estaba tranquilo porque en estas seis jornadas hemos tenido minutos muy buenos. Nos faltaba un partido redondo y me da pena que no lo hemos hecho porque, como en Leganés o ante el Betis, hemos perdonado. El deber del equipo es no matar el partido. Ser capaces de hacer este encuentro en un momento así tiene mucho mérito. Estoy contento por la labor defensiva y porque con balón hemos estado a un nivel grandísimo ante uno de los rivales que mejor aprieta». J.I.