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LA CE REVIVE EL DEBATE SOBRE LA ENERGÍA NUCLEAR

Gobierno alemán: la energía atómica, ni sostenible ni sensata

La propuesta lanzada por la Comisión Europea el 31 de diciembre de 2021 para incluir a la nuclear entre las energías sostenibles ha sido rechazada de plano por el nuevo Gobierno alemán, tras dudas al respecto. Asimismo, la Oficina para la Seguridad de Desechos Nucleares de este país ha desacreditado un informe de Bruselas.


El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que la energía nuclear no es sostenible y que su uso tampoco es económicamente sensato, rechazando así la propuesta de la Comisión Europea para considerar sostenibles las inversiones en ese recurso energético.

«Las centrales no funcionan permanentemente y tienen interrupciones constantes. Hay problemas como el de los desechos radioactivos cuya solución no está clara y enormes problemas de seguridad», añadió ayer durante una intervención ante el Parlamento alemán.

Scholz recordó que Alemania ya tomó la decisión de abandonar la energía nuclear y está siguiendo el camino de impulsar el uso de las renovables. «Ese es el camino correcto», subrayó.

Tecnología de alto riesgo

La Oficina Federal para la Seguridad de Desechos Nucleares (BASE), organismo oficial que asesora al Ministerio alemán de Medio Ambiente, también rechazó la propuesta de Bruselas de calificar la atómica como energía sostenible y, además, advirtió de que se trata de una tecnología de alto riesgo.

«Desde el punto de vista técnico, la clasificación de la nuclear como energía sostenible no puede defenderse», dijo el presidente de BASE, Wolfram König, en una toma de posición de la entidad publicada ayer. «La atómica es una tecnología de alto riesgo, genera desechos e implica el peligro de que el material radioactivo se use para fines terroristas o militares», añadió.

König indicó que con el uso de la energía atómica se genera una carga a las futuras generaciones que no es compatible con el ideal de justicia generacional.

El organismo alemán señaló que la propuesta de Bruselas está basada en un informe del Joint Research Center (JRC), el servicio científico interno de la Comisión Europea, de marzo de 2021. Los expertos de BASE analizaron ese informe en junio de 2021 y llegaron a la conclusión de que se consideraban de manera insuficiente las repercusiones del uso de la energía atómica, que es problemático desde el punto de vista metodológico y que incurre en simplificaciones.

No se descartan accidentes

La oficina de seguridad nuclear alemana también recuerda que las normas de seguridad actuales para las centrales nucleares deben prevenir accidentes graves y reducir sus consecuencias, pero no pueden descartarlos por completo. Y un accidente de ese tipo podría generar graves daños para el medio ambiente y también grandes riesgos para la vida y la salud en la UE. Además, podría tener fuertes repercusiones económicas y psicosociales.

Así, los expertos alemanes señalan que una prolongación del uso de las centrales atómicas existentes, concebidas para una vida de entre 30 y 40 años, requeriría remodelaciones que solo parcialmente son posibles. Además, el deterioro de los materiales deja abierta la pregunta sobre si las centrales podrían adaptarse a los estándares de seguridad actuales.

Otro punto crítico es que en muchos Estados de la UE la responsabilidad de los operadores frente a accidentes nucleares está limitada a sumas que no alcanzarían a cubrir los daños.

Por ello, BASE considera inexplicable desde el punto de vista técnico que las «así llamadas tecnologías avanzadas» sean incluidas entre las renovables.

Más retrasos y sobrecostes para el reactor de Flamanville

El reactor nuclear de Flamanville que está construyendo la eléctrica EDF, empresa privada pero con participación pública del Estado, tendrá con un sobrecoste de 9.300 millones de euros sobre el proyecto inicial, que tenía fijado un presupuesto de 3.400 millones. Asimismo, la eléctrica anunció ayer que su entrada en funcionamiento se atrasará una vez mas debido al «contexto industrial más difícil por la pandemia». El reactor acumula ya 12 años de retraso.

Mediante un comunicado, EDF notificó que teniendo en cuenta la marcha actual de trabajo y que la preparación de la puesta en servicio se ha dificultado por la pandemia, la carga de combustible se retrasará hasta «el segundo trimestre de 2023», posponiéndose así al menos medio año.

El reactor de Flamanville será el primero de tecnología EPR que se construya en el Estado francés. Hoy por hoy, existen dos reactores EPR en funcionamiento, uno en China y otro que en Finlandia está generando electricidad desde hace unos días, también después de años de aplazamientos y de que se hayan multiplicado los sobrecostes.

El Estado francés produce cerca del 70% de su electricidad con los 56 reactores nucleares de su parque actual y el pasado noviembre el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció su intención de relanzar la construcción de otros nuevos a pesar del elevado sobrecoste y retraso con el que cuenta el futuro reactor de Normandía.GARA