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MOVILIZACIÓN POR UNAS PENSIONES PÚBLICAS Y DIGNAS

EL MOVIMIENTO PENSIONISTA SIGUE EN PIE TRAS CUATRO AÑOS DE LUCHA

LAS CUATRO CAPITALES DE HEGO EUSKAL HERRIA Y OTRAS CINCO POBLACIONES ACOGIERON AYER MARCHAS DEL MOVIMIENTO DE PENSIONISTAS EN EL CUARTO ANIVERSARIO DEL INICIO DE SUS PROTESTAS. LA PENSIÓN MÍNIMA DE 1.080 EUROS Y EL FIN DE LOS RECORTES, REIVINDICACIONES QUE SIGUEN EN PRIMERA LÍNEA.


El Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria (MPEH) salió ayer a las calles de diferentes pueblos y ciudades vascas para conmemorar el cuarto aniversario del inicio de su lucha, que arrancó el 15 de enero de 2018, en torno a la reivindicación de unas pensiones «públicas y dignas». Miles de personas se reunieron en Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea, así como en Altsasu, Eibar, Lekeitio, Lizarra y Tafalla, para recordar que la lucha por una pensión mínima de 1.080 euros continúa. Según los organizadores, la convocatoria de Bilbo congregó entre 12.000 y 13.000 personas, sin contar el número de manifestantes del resto de pueblos y ciudades.

Antes de comenzar la manifestación de Bilbo, los portavoces del Movimiento Andrea Uña y Jon Fano explicaron cuáles son las principales reivindicaciones por las que, cuatro años después, siguen en las calles. Por ejemplo, una pensión mínima de 1.080 y una aplicación del IPC real con carácter indefinido a todas las pensiones. «Tenemos que seguir en la calle reivindicando el IPC real, que este año está en el 6,4% y nos deberían revalorizar con más de un 4%, pero solo nos van a dar un 2,5%», denunció Uña.

Junto a esos dos elementos centrales, Fano reivindicó «una seguridad social competente» que garantice «pensiones públicas para todo el mundo», así como contar con un sistema público que vele por un servicio de calidad en hospitales, centros de atención primaria y residencias. Respecto a las demandas que aún quedan por materializar, Fano quiso destacar que si no se crea «un movimiento de presión social muy fuerte, vamos a estar condenados a sufrir las aplicaciones de la reforma de las pensiones».

Por su parte, Uña recordó los inicios del Movimiento, cuando un grupo de pensionistas se organizaron a partir de un grupo de WhatsApp para reunirse cada lunes en las escaleras del Ayuntamiento y protestar por «el 0,25 de la entonces ministra Fátima Báñez», del Gobierno del PP. «Aquel embrión es, después de cuatro años, el movimiento plural, transversal y consolidado que estáis viendo hoy en día», valoró. La portavoz afirmó que, con su «lucha en las calles», se ha constatado que «han estado vaciando la hucha de las pensiones con gastos impropios», lo que demuestra que «el sistema público de pensiones es viable» y que «hay que defender el Estado del Bienestar en la calle».

Respecto a los desafíos de este año, Fano explicó que «por solidaridad y por interés mutuo», van a «poner un acento especial en el apoyo y solidaridad a las demandas fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, que se enfrentan a una reforma laboral que lejos de dar solución a los problemas que veníamos conociendo, no hacen si no abundarlos».

Pensiones de 1.080 euros

La marcha, iniciada en Moyua, transitó a través de la Gran Vía bilbaina hasta las escaleras del Ayuntamiento, el mismo espacio donde hace cuatro años comenzaron sus movilizaciones. Desde la rebautizada como «Plaza de los Pensionistas» se procedió a leer el comunicado de la convocatoria. Juanjo Sainz, en castellano, y Carmen Gutiérrez, en euskara, recordaron la efeméride, así como los logros conseguidos hasta el momento por el Movimiento. «Nos sentimos orgullosas y orgullosos de nuestra lucha a favor de los derechos de trabajadoras y trabajadores, y contra los recortes y la privatización del sistema sanitario y sociosanitario que ha contribuido a multiplicar los fallecimientos a consecuencia de la pandemia», resaltaron. A su vez, lamentaron no poder celebrar que «las promesas de los partidos que actualmente forman parte del Gobierno del Estado, tanto en materia laboral como en materia de pensiones, se hayan cumplido». En este sentido, criticaron que «la reforma laboral pendiente de ratificación en el Congreso no deroga la reforma del PP y es otro compromiso incumplido». Del mismo modo, creen que «la reforma de las pensiones recientemente aprobada tampoco deroga los recortes de la reforma de 2011, también reducirá un 3% nuestro poder adquisitivo solo en 2021, perpetúa pensiones mínimas miserables e incluye más recortes». Finalmente, exigieron al Gobierno español «que derogue de una vez los aspectos regresivos de las reformas de 2011, 2013 y 2021; la pensión mínima de 1.080 euros; y aplicar el incremento del IPC real en la paguilla de 2021». Por otra parte, instan a los Gobiernos de Lakua e Iruñea a que «complementen hasta 1.080 euros la pensión mínima» y apoyen sus reivindicaciones.

A la marcha bilbaina se unieron dos columnas provenientes de Meatzaldea y Ezkerraldea la una, y de Uribe Kosta la otra. El primer grupo de pensionistas salió desde Santurtzi a las 8.30, andando, al igual que la marcha de Uribe Kosta, que partió desde el embarcadero de Erandio a las 10.00. La cita de este sábado contó además con el apoyo de la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, Steilas, Hiru y CNT), grupos feministas y el movimiento juvenil.

Menos poder adquisitivo

En Iruñea, el portavoz del MPEH, Benito Uterga, afirmó que «están metiendo la mano a las condiciones de vida de los y las pensionistas presentes y futuros» cuando entre 2021 y 2022 «las pensiones van a perder un 8% de poder adquisitivo». «No se entiende que un Gobierno que se llama de izquierdas haga políticas de derechas», consideró, y añadió que incluso sus políticas «están siendo más agresivas» que las del PP porque el coste que van a tener para los pensionistas «está siendo mucho mayor».

 

Declaraciones

«Cuatro años después somos el movimiento plural, transversal y consolidado que veis hoy día».

Andrea UÑA

Portavoz del MPEH

«Los trabajadores se enfrentan a una reforma laboral que abunda los problemas que veníamos conociendo»

Jon FANO

Portavoz del MPEH